Internacional
Publicado el Martes, 10 de Septiembre del 2019

Guaidó pide el empleo de la fuerza armada

Maduro subsiste gracias a la ayuda militar de la dictadura de Cuba y se mantiene con el apoyo de milicias extranjeras

 El gobierno interino del opositor Juan Guaidó en Venezuela ha iniciado los mecanismos necesarios para provocar la caída del régimen de Nicolás Maduro, si es necesario por la vía de la intervención armada de sus socios en el continente americano. La misión enviada por la Asamblea Nacional de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA) presentará mañana miércoles al Consejo Permanente de esa institución una carta firmada juntamente con socios como Brasil y Colombia en la que pide formalmente que se active el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que contempla expresamente “el empleo de la fuerza armada” para responder a una agresión.

Según argumentan los opositores venezolanos, reconocidos por el grueso de la comunidad internacional como representantes legítimos de su país, el régimen de Maduro subsiste principalmente gracias a la ayuda militar de la dictadura de Cuba y se mantiene en el poder por el apoyo de milicias extranjeras como la guerrilla y el narco de Colombia o los islamistas libaneses de Hezbolá. Por ello, creen los opositores al chavismo que es necesario que sus socios reciban el permiso de la OEA para poner en marcha una estrategia de defensa del pueblo venezolano, que vive la peor crisis humanitaria que ha visto el continente en su historia reciente.

En julio, la Asamblea Nacional, que controlan los opositores, decidió pedir la activación del tratado de defensa mutua, pero no dio fecha para ello. Tras una ronda de consultas con sus socios, el gobierno de Guaidó ha decidido llevarlo al Consejo Permanente de la OEA el miércoles, 11 de septiembre, para que después los ministros de Exteriores de los países americanos debatan las medidas a tomar en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas, que tiene lugar en dos semanas. Los jefes de gobierno de los países implicados, incluidos EE.UU., Colombia y Brasil, estarán también presentes para la cumbre en Nueva York.

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca o TIAR fue aprobado en 1947 como un mecanismo de solidaridad y defensa mutua en el continente americano, y nunca ha sido invocado. Son parte de él todos los países americanos excepto México, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua. En su título octavo, el TIAR contempla las siguientes respuestas a una agresión: “El retiro de los jefes de misión; la ruptura de las relaciones diplomáticas; la ruptura de las relaciones consulares; la interrupción parcial o total de las relaciones económicas, o de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas o radiotelegráficas, y el empleo de la fuerza armada”.

Según ha dicho a ABC el embajador de Venezuela ante la OEA, Gustavo Tarre: “No es que pidamos una intervención armada, es que ya hay una agresión armada en Venezuela y pedimos que se nos defienda de ella. ¿Acaso no hay militares cubanos y guerrilleros colombianos matando a venezolanos con el beneplácito del régimen usurpador de Maduro? Lo que Venezuela necesita es que la defiendan de estas graves agresiones, por eso pedimos que se aplique el tratado de defensa mutua”.

La carta en la que los opositores al régimen de Maduro solicitan la aplicación del TIAR, que el embajador Tarre ha mostrado a ABC, llevará la firma de los principales socios de Guaidó en el continente americano y llega al consejo permanente con las firmas necesarias para ser aprobada automáticamente y de inmediato. Lo que la misión de Venezuela en la OEA busca es que después los ministros de Exteriores debatan las medidas a tomar en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas, convocada para dentro de dos semanas en Nueva York.

Según dice la misión venezolana en la carta en la que pide al Consejo Permanente de la OEA que se active el tratado de defensa mutua, “un conjunto de hechos y situaciones que son consecuencia de la crisis venezolana configuran una amenaza a la paz de América y afectan a la inviolabilidad o la integridad del territorio o la soberanía e independencia política de varios estados americanos”. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha defendido en el pasado la necesidad de aplicar la defensa mutua y la responsabilidad de proteger en esta crisis.

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