El carguero iraní Fortune llegó este sábado por la noche a aguas territoriales de Venezuela y fue escoltado por cazas y fragatas de las Fuerzas Armadas del régimen de Nicolás Maduro, que había denunciado antes que Estados Unidos se disponía a interceptarlo.
De hecho, el Gobierno norteamericano había advertido en días previos de que considera la entrega de 1,5 millones de barriles en cinco buques diferentes una amenaza y, por tanto, se reservaba el derecho a intervenir.
Irán, por su parte, advirtió el domingo de que respondería a un abordaje con el uso de la fuerza. Finalmente, el primer carguero llegó a aguas de Venezuela tras cruzar las de Trinidad Tobago a las 19:40 hora local (la 1:40 del domingo en la España peninsular).
Al Fortune le siguen otros cargueros con gasolina que prevén llegar a puerto venezolano en días venideros. Los buques Forest, Petunia, Faxon y Clavel cruzaron recientemente el estrecho de Gibraltar tras entrar en el Mediterráneo por el Canal de Suez. El Gobierno de EE.UU. acusa a Maduro de estar pagando esa gasolina con nueve toneladas de oro de las reservas nacionales de los venezolanos.
Según dijo a ABC la portavoz de la diplomacia estadounidense, Morgan Ortagus, «a cambio de la ayuda de Irán, la organización criminal que dirige Maduro saqueó nueve toneladas de oro y las envió a Teherán. Los venezolanos merecen elecciones presidenciales libres y justas que conduzcan a la democracia y la recuperación económica, no los caros acuerdos de Maduro con otro estado paria».
El presidente Donald Trump, que el miércoles dijo en una conferencia telefónica que tiene a Venezuela «más rodeada de lo que nadie piensa», ha permanecido todo este fin de semana en la Casa Blanca, salvo una salida el sábado para jugar al golf, y está siendo informado de los desarrollos. Fuentes de su presidencia dijeron esta semana que una de las opciones que barajaba el Ejecutivo estadounidense era abordar esos cargueros.
Como a Irán, EE.UU. ha sometido al régimen de Maduro a duras sanciones y ha decretado un embargo casi completo del petróleo venezolano en respuesta a violaciones de los derechos humanos y otros delitos. Con esas sanciones, Venezuela ha ido perdiendo la capacidad de refinar su propio crudo y depende ahora de Irán para poder adquirir gasolina y gasóleo, necesarios ambos no sólo para el transporte, sino también para los generadores de electricidad de residencias y, sobre todo, hospitales.
Recientemente, la petrolera estatal Pdvsa intentó canjear crudo barato por gasolina con una empresa mexicana, Jomadi, a la que ahora investiga el FBI. La empresa Jomadi ha negado que vaya a finalizar ese canje, tras las presiones de EE.UU.
La tensión entre Washington, Caracas y Teherán ha llegado estos días a cotas máximas en años. El embajador del régimen chavista ante Naciones Unidas, Samuel Moncada, denunció en una carta dirigida el 20 de mayo al secretario general de ese organismo que «la coerción del gobierno de los Estados Unidos de América va unida a un nuevo peligro: la amenaza del uso de la fuerza militar, en este caso contra cinco buques tanqueros iraníes que se dirigen a Venezuela cargados de combustible para aliviar la actual escasez que existe en todo el país».
Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rohaní, dijo el sábado en una conversación telefónica con el emir de Qatar, Tamim al Thani, que responderá con la fuerza a cualquier intento de abordaje de esos cargueros por parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses. «Tenemos la legitimidad de defender nuestra soberanía y servir nuestros intereses nacionales, y esperamos que los americanos no cometan ningún error», dijo Rohaní en la llamada, según una transcripción facilitada a las agencias estatales iraníes.
Según dijo Trump el miércoles en una conferencia telefónica privada a la que tuvo acceso ABC, «tenemos [a Venezuela] rodeada. La tenemos rodeada hasta unos niveles que nadie sabe, pero ellos lo saben, los estamos observando, para ver qué sucede... Algo va a suceder, porque no vamos a seguir tolerándolo, hemos sido muy duros con ellos, duros con el petróleo, duros con las sanciones, más duros de lo que nadie puede imaginar, es cierto», dijo el presidente.
Las fuerzas armadas norteamericanas han hecho –algo poco común– advertencias similares en días recientes. El almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de EE.UU., responsable de operaciones en el Caribe, dijo esta semana en un discurso que la llegada de los cargueros iraníes es «contraria a los intereses de EE.UU.». «Irán está aprovechando la pandemia para dar respaldo a narcodictaduras como la venezolana», dijo el almirante.