El Mundo (España).– La coalición social-liberal del presidente Mauricio Macri perdió de forma llamativamente contundente las elecciones primarias en Argentina, un macro ensayo general de cara a los comicios del 27 de octubre.
El ganador, por casi 15 puntos de diferencia, es Alberto Fernández, elegido por Cristina Kirchner para encabezar la fórmula del peronismo, en la que ella se reservó la vicepresidencia.
El resultado abre la incertidumbre acerca de cómo reaccionarán este lunes los mercados financieros en Argentina y qué fuerza podrá mantener el peso, al que el candidato ganador considera sobrevalorado en su relación con el dólar.
“Hoy hemos tenido una mala elección, y eso nos obliga a redoblar esfuerzos en octubre para continuar con el cambio”, admitió el jefe de Estado argentino, cabeza de la coalición Juntos por el Cambio, que obtuvo apenas el 32,23% de los votos contra el 47,36% de Fernández. Roberto Lavagna, ex ministro de Economía de Néstor Kirchner, fue tercero con un ocho por ciento. Las cifras se derivan del 88,84% de los votos escrutados.
Fernández llegó poco antes de las nueve de la noche al búnker del Frente de Todos, la marca del peronismo para estas elecciones, con el inconfundible gesto del que se sabe ganador. Y, aunque aún falta la elección de octubre, dejó una promesa más propia de un presidente electo: “Conmigo la grieta se terminó para siempre. Y la venganza, también”.
La “grieta” es la forma en que los argentinos definen a los bandos políticos casi irreconciliables en que está dividido el país, kirchnerismo versus antikirchnerismo. Fernández, que fue jefe de gabinete durante cinco años de los gobiernos kirchneristas, viene tratando de moderar su imagen en la extensísima campaña electoral argentina, que podría extenderse hasta el 24 de noviembre con un balotaje entre Macri y Fernández, aunque los resultados conocidos hoy acotan esa posibilidad.