Jerusalén (El Mundo).– La permanente tensión entre israelíes y palestinos y la coincidencia de la primera jornada de Eid al Adha (“La Fiesta del Sacrificio” o “Pascua del Cordero” que los musulmanes celebran desde este domingo) y Tisha B’Av (duelo de los judíos que recuerdan desgracias que ocurrieron en la historia de su pueblo en esa fecha como la destrucción de los dos templos de Jerusalén) han llevado a enfrentamientos en uno de los lugares más sensibles del mundo: La Explanada de las Mezquitas (para los musulmanes) o Monte del Templo (para los judíos).
Catorce palestinos y cuatro policías israelíes resultaron heridos en los choques de esta mañana en una parte del santuario. Con motivo de Eid al Adha y tras el llamamiento público del ente islámico que rige el lugar (Wakf), alrededor de 70.000 musulmanes participaron en los rezos en el llamado “Noble Santuario”, el tercer lugar más sagrado del Islam tras La Meca y Medina. Prácticamente al mismo tiempo, dos judíos fueron heridos en una de las callejuelas de la Ciudad Vieja donde este domingo la policía se desplegó de forma significativa.
Mientras los palestinos de la mezquita Al Aqsa denuncian “el ataque y provocación de las fuerzas de la ocupación” y las facciones palestinas islamistas (Hamas y Yihad Islámica) avisan que lo ocurrido “tendrá consecuencias” y enfatiza “el carácter religioso del conflicto”, la policía israelí sostiene que tuvo que emplear medios antidisturbios “después de que varios miles se concentraron en el acceso de Mugrabi y alteraron el orden con el lanzamiento de piedras y otros objetos contra los policías”.
Los choques estallaron poco después de que los responsables de la policía israelí decidieran a primera hora de la mañana no permitir de forma excepcional la entrada de creyentes judíos en Tisha B Av. Según justificaron, “ante el elevado potencial de roce en el Monte del Templo dado el alto número de fieles”.
La medida provocó la condena del sector más nacionalista religioso que elevaron sus dardos retóricos hacia el primer ministro Benjamin Netanyahu. A 37 días de los comicios, sus duras críticas no ocultan el aroma electoral en la lucha con el Likud por el voto en la derecha.
“La decisión de Netanyahu de cerrar el Monte del Templo a los judíos en Tisha B Av es una desgracia nacional. Cerrarlo por miedo a la violencia aliena la violencia. El Monte del Templo es el lugar más sagrado para el pueblo judío. Nosotros pedimos al primer ministro que modifique su decisión”, reaccionó el bloque ultranacionalista “Derecha Unida” mientras algunos de sus dirigentes, entre ellos un ministro, acusaron a Netanyahu de “ceder ante el terror palestino” y “no ejercer la soberanía israelí”.