Keiko Fujimori no saldrá en libertad. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema decidió que la lideresa de Fuerza Popular debe continuar recluida en prisión mientras es investigada por el Ministerio Público. Sin embargo, los jueces supremos llegaron solo a un acuerdo parcial, pues una discordia se interpuso en el camino de la casación, un disenso que enfrenta a los cinco magistrados que evaluaron el recurso en dos grupos.

 

Por un lado están los jueces supremos Iván Sequeiros Vargas e Iris Pacheco Huancas, quienes votaron a favor de declarar infundado el recurso de la defensa legal de Keiko Fujimori. Para estos jueces, la lideresa fujimorista debe cumplir los 36 meses de prisión preventiva porque hay riesgo procesal en su caso.

 

Por el otro se encuentran los supremos Jorge Castañeda Espinoza, Zavina Chávez Mella –estos dos con vínculos con “Los Cuellos Blancos del Puerto”– y Hugo Príncipe Trujillo, quienes votaron a favor de declarar fundado en parte el recurso de Keiko Fujimori, beneficiando a la excandidata presidencial con una reducción del plazo de la medida: de 36 a 18 meses.

 

Ahora, el desacuerdo entre los magistrados hace obligatorio el llamado de un nuevo juez supremo para que dirima la cuestión, ya que la emisión de un fallo determinante en la casación depende del menos 4 votos a favor de cualquier de las posturas.

 

No obstante esta situación, para el fiscal José Domingo Pérez, quien fue el solicitante de la prisión preventiva para Keiko Fujimori en primera instancia, el asunto es claro: “Soy del criterio de que el plazo debe ser de 36 meses porque estamos ante una organización criminal”, sostiene, seguro, el fiscal.