La población debería consumir al 100% agua potable y dejar de lado el agua contaminada con arsénico, pero no lo hacen. Hasta el momento solo hay soluciones paliativas para atender a esta problemática.

 

El presidente de la Junta de Administración de Servicios de Saneamiento del centro poblado Cruz de Médano, Hipólito Santamaría Santamaría indicó que la población continúa consumiendo agua con arsénico sobre todo en las zonas lejanas, por dos motivos: las cisternas no llegan hasta el lugar porque los caminos son inaccesibles o por las mismas costumbres que impiden que tomen agua potable.

 

A la actualidad, el reparto del agua potable de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) se realiza con normalidad, debido a que el alcalde compra el agua a una tarifa social.

 

Mediante un convenio entre el municipio y Epsel, se adquiere el agua a un precio módico, pero este convenio deberá ser renovado por 15 días más, puesto que ya culminó.

 

Además, la comuna tiene otro convenio con el Ministerio de Vivienda para el uso de las cisternas. El municipio se encarga de costear el combustible, mantenimiento y personal.

 

“El alcalde está gestionando los presupuestos para lograr que la población cuente con el agua potable y se restrinja el uso del agua contaminada”, acotó.

 

Mientras tanto, la obra que fue gestionada por el gobierno anterior quedó paralizada y Contraloría realiza una labor de auditoría. A través de Vivienda se gestiona otro proyecto y la instalación de filtradores.