El País (Santiago de Chile).- Chile ha dejado de ser la estrella de América Latina en materia económica. El actual Gobierno, presidido por el conservador Sebastián Piñera, llegó al poder con la promesa de recuperar el dinamismo perdido tras la desaceleración en el segundo mandato de Michelle Bachelet, pero enfrenta un camino mucho más difícil de lo que podría esperar.
En el primer año de mandato de la derecha, el crecimiento escaló hasta el 4%, más que duplicando el 1,8% que alcanzó la Administración anterior. Pero en 2019 difícilmente se llegará a la meta de entre el 3% y el 3,5%, a pesar de que el Ejecutivo se esfuerce en dar un tinte positivo a la marcha de la economía chilena.
La economía es uno de los principales factores que explican la fuerte caída de la popularidad, tanto del presidente como de su Gobierno, 16 meses después de su llegada al poder. Porque aunque Chile sigue siendo de los países que más crecen en la región y puede presumir de un orden ya histórico —un banco central autónomo, inflación baja y políticas públicas serias—, la realidad choca con las altas expectativas de la población, alimentadas por el propio equipo de Piñera desde la campaña.
“¿Somos más optimistas que el promedio del mercado? Sí, somos más optimistas que el promedio del mercado”, señaló el pasado martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al presentar el Informe de Finanzas Públicas, correspondiente al segundo trimestre. La mano derecha de Piñera en el manejo de las finanzas públicas insistió en una proyección de crecimiento del 3,2% para este año, aunque la última encuesta de expectativas del banco central ya rebajaba su estimación hasta el 2,9%.
A fines de junio, el expresidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, escribió en el Centro de Estudios Públicos (CEP) que “los datos apuntan a un crecimiento anual más cercano a un 2,5% que a un 3%”. “La inversión, que tuvo un crecimiento de 4,7% en 2018, se ha desacelerado. El primer trimestre creció 2,9% y un componente muy relevante de esta, las importaciones de bienes de capital, presentan una leve caída en 12 meses en lo que va del segundo cuarto del año. Ello indicaría una inversión que continúa débil en el segundo trimestre”, señalaba el economista.