ABC (Paraguay).– El empresario socialdemócrata Laurentino Cortizo juró este lunes su cargo como presidente de Panamá con la economía en franca desaceleración y con el reto de sacar al país de las listas internacionales de lavado de dinero para atraer inversión extranjera y deshacerse del estigma de paraíso fiscal.
“Juro a Dios y a la patria cumplir fielmente la Constitución y las leyes de la república de Panamá”, exclamó Cortizo, al ser juramentado en presencia de una decena de jefes de Estado y de gobierno. Cortizo, de 66 años, llega al poder tras ganar por estrecho margen las elecciones de mayo al derechista Rómulo Roux, “delfín” del detenido expresidente Ricardo Martinelli. Sustituye a Juan Carlos Varela, quien dejó la presidencia con baja popularidad debido a la desaceleración económica y al descontento social por la sensación de corrupción generalizada.
“Me siento positivo (porque) en estos dos últimos meses nosotros hemos tenido visitas de empresarios, tanto nacionales como de afuera, con el interés de llegar a invertir en Panamá y eso son señales muy positivas”, dijo Cortizo antes de la juramentación.
Agregó que su gobierno va hacer “todo” a su alcance para sacar a Panamá de las diferentes listas de paraísos fiscales y blanqueo de capitales. Empresario, ganadero y exministro de Desarrollo Agropecuario, Cortizo se ha comprometido a gobernar para los más humildes y “sin robar”.
Ante la ralentización de la economía -el Producto Interno Bruto cayó de 6,2% a 3,1% en cinco años- se ha puesto como reto clave una mejora de la imagen exterior del país para obtener mayor inversión extranjera y crear empleo.
Cortizo asume las riendas de uno de los países más desiguales del mundo, con un desempleo del 6% y donde casi la mitad de los trabajos son informales. Y eso pese a que la inversión extranjera directa fue de casi 24.000 millones de dólares entre 2014 y 2018.