Internacional
Publicado el Viernes, 12 de Julio del 2019

Tumbas abiertas por el Vaticano están vacías

Manifestantes a favor de la verdad en el caso Orlandi.
El País (España).– La historia de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado del Vaticano desaparecida en 1983, ha comenzado a las ocho de la mañana de este jueves a escribir un nuevo capítulo. Funcionarios de la Santa Sede, junto a un médico forense y otra decena de personas, han iniciado a esa hora la apertura de dos tumbas del cementerio alemán que hay dentro de los muros del pequeño Estado.
 
Según una carta anónima recibida por la familia hace alrededor de un año, el cadáver de la pequeña, que desapareció cuando iba camino de la escuela de música en el centro de Roma en 1983, fue escondido ahí. Una hipótesis igual de extravagante como las anteriores, pero con el aval esta vez de la investigación previa realizada por el Vaticano. La gran sorpresa es que dentro no había nada. Ni siquiera los restos mortales de las dos princesas que habían sido enterradas ahí.
 
“Buscad donde indica el ángel”, rezaba el último anónimo que recibieron junto a una fotografía de la tumba los familiares de Orlandi. La abogada de la familia, Laura Sgrò, explicó hace algunos meses que tras haber recibido la carta, se realizaron algunas investigaciones y descubrieron que la tumba se había abierto una vez y que había algunos elementos estructurales que no coincidían.
 

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