Variedades
Publicado el Miercoles, 27 de Marzo del 2019

Madonna estalla contra Portugal

Madonna está en el proceso de dejar el país vecino, sitio donde ha vivido desde 2017.
 Lo que la reina del pop quiere, la reina del pop obtiene: durante años, esa ha sido la filosofía personal de Madonna (60), y hasta ahora la diva nunca ha podido quejarse de tener algún deseo sin cumplir, pues todos se han doblegado ante ella para darle lo que sea que pida.
 
La semana pasada, sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, la cantante se topó con alguien que le dijo “não” –“no” en portugués– en repetidas ocasiones, y los resultados fueron explosivos. Madonna está en el proceso de dejar el país vecino, sitio donde ha vivido desde 2017, pero antes de abandonar la tierra de Pessoa, la cantante ha decidido rodar el videoclip de Indian Summer, el primer sencillo de su nuevo álbum, en algunos de los sitios más bonitos de la región de Lisboa.
 
El viernes pasado tocaba grabar en la Quinta Nova da Assunção, un palacete del siglo XIX que pertenece al Ayuntamiento de Sintra, conocido por sus salones nobles decorados con unos trampantojos espectaculares.
 
El equipo de la cantante obtuvo permiso para tener acceso exclusivo al palacete, alquilando el edificio y sus extensos jardines a lo largo de la semana, con la intención de filmar una serie de bailes coreografiados por el recinto.
 
El caso es que, cuando llegó a la Quinta, Madonna se empeñó en que quería rodar una escena del videoclip con un caballo dentro de uno de los salones nobles. La cantante quería aparecer semi acostada sobre el animal en el centro del elegante hall principal de la edificación decimonónica.Tal y como exigía el protocolo, el equipo de producción de la diva pidió el que el Ayuntamiento autorizase la escena, pero cuando llegó la respuesta de los funcionarios, era contraria a la petición formulada.
 
Al tratarse de un edificio protegido, calificado como un Bien de Interés Histórico, era imposible autorizar la introducción de un caballo en su interior. Los suelos de madera, cuidadosamente restaurados hace apenas tres años, podrían resultar dañados, y no podían garantizar que resistieran el peso del animal. Por cuestiones de la conservación del patrimonio y por la seguridad de todos, no era posible realizar esa escena en particular.
 

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