El presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros Cornejo, sostuvo que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) representa la esperanza para alcanzar una verdadera reforma del sistema de justicia y luchar contra la corrupción y la impunidad.
“Significa la salida a un momento crítico en la historia reciente del sistema de justicia y una esperanza para alcanzar mecanismos más eficientes para la lucha contra la corrupción y la impunidad”, afirmó.
Para Lecaros, la JNJ es “un buen comienzo para discutir con seriedad una verdadera reforma del sistema de justicia”, pues este ente deberá imperiosamente definir con objetividad y probidad “quiénes continuarán dentro de la magistratura y quiénes no”.
Asimismo, opinó que se abre una oportunidad para repensar el rol que le corresponde a la Academia de la Magistratura (Amag) dentro de los procesos de selección, nombramiento, evaluación intermedia y ratificación de jueces.
“En la Corte Suprema creemos en la imperiosa necesidad de reestructurar (la Amag) en una escuela judicial y fiscal que tome como base el modelo de las escuelas judiciales de Francia y España cuyo exitoso símil, en el Perú, es la Academia Diplomática”, indicó.
Comisión Especial
Respecto a la Comisión Especial que elegirá a los miembros de la JNJ, y de la cual el Poder Judicial forma parte, Lecaros refirió que su objetivo principal es seleccionar a los mejores profesionales que integrarán este colegiado de máxima importancia para el sistema de justicia.
Dicho propósito será alcanzado, precisó, mediante evaluaciones meritocráticas que procuren identificar a las personas más capaces con conocimientos, probidad, sensibilidad humana y visión de Estado para el desempeño de estos altos cargos.
Sobre una eventual recomposición de la corrupción en la magistratura, enfatizó que esta se evitará “con más transparencia, mejorando los procedimientos de selección y nombramiento de jueces y fiscales, sobre todo con una institucionalidad que sancione con probidad y eficiencia toda conducta disfuncional”.
Lecaros invocó a que se denuncie cualquier acto de corrupción, desde dentro o fuera del Poder Judicial porque “esta es una tarea que nos convoca a todos y que no se concluye de la noche a la mañana”.
Sostuvo, además, que una verdadera reforma del sistema de justicia pasa por dos componentes fundamentales: el humano y los propios procedimientos judiciales, que necesariamente deben digitalizarse a través del Expediente.