Monedas, latas, tenedores, cajas de galletas, barras metálicas de columpios, correas de reloj. Con esos utensilios se puede llevar a cabo un concierto, como ha demostrado la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, un barrio marginal construido sobre un vertedero de basura en Asunción (Paraguay). “Aunque parezca mentira, con esto vamos a hacer música esta noche. La basura suena bien”, ha asegurado poco antes de comenzar su director, Favio Chávez, mientras mostraba una de las violas usadas por la banda.
Y no ha tardado mucho en demostrarlo. Las caras de las más de 1.700 personas que llenaron el Teatro Real mostraron su asombro mientras la pequeña Arami, que ha visitado España por primera vez como miembro de la orquesta, se ha encargado de ejecutar un solo de violín de la canción de Coldplay Viva la Vida con un sonido que poco tenía que envidiar al de un instrumento normal. A partir de esos elementos sacados de la basura, los jóvenes músicos de entre 11 y 25 años han podido construir guitarras, violines, saxofones e incluso un gong.
Inspirado en el tradicional concierto de Año Nuevo de Viena, en él han tenido cabida temas de todos los estilos, desde lo más clásico con la novena Sinfonía de Beethoven hasta el rock de los Beatles o AC/DC, pasando por la banda sonora de Misión imposible, entre otras composiciones. La orquesta, fundada hace cinco años, ha ofrecido de la mano de Ecoembes este concierto solidario a favor del cuidado del medioambiente y de la integración.
En esta ocasión, los jóvenes músicos paraguayos han estado acompañados por Melendi, que ha interpretado con su acompañamiento el tema Destino o Casualidad. “En tiempos tan complicados en que la envidia y el egoísmo mueven el mundo, que te enseñen algo que debería ser obvio es necesario. Lo que hacéis vosotros es inspirador”, ha reconocido el cantante asturiano al finalizar su actuación que alegró al público.
Todo el dinero recaudado con la venta de entradas de este concierto y del celebrado el pasado 28 de diciembre en el Auditorio Mar de Vigo se destinará a íntegramente a la orquesta, cuyo objetivo es continuar con el proyecto social en Cateura y poder, así, seguir dando segundas oportunidades a los materiales que se desechan a diario y a los niños más desfavorecidos de Uruguay.