POR DOS AÑOS
Las especificaciones del compromiso aún no han sido reveladas por los voceros de ambas instituciones, hermetismo que está engendrando entre los afectados, múltiples rumores y dudas sobre su aplicación, luego de recordar los anuncios pomposos y frustrantes de los gobiernos regionales que le antecedieron al del gobernador en funciones, Jorge Pérez.
Nordash Fátima Ortega Rázuri, una de las quijotescas líderes de la sociedad civil que desde hace dos años, aproximadamente, y en solitaria, impulsa la gestión y protesta por la recuperación al cien por ciento de la infraestructura del principal estadio chiclayano, ha expresado sus dudas sobre las intenciones de materializar el anhelo de los deportistas a través de este convenio y por lo mismo, ha remitido un documento al Gobierno Regional para que le especifiquen los alcances del acuerdo, detallando puntualmente el plan de obras y los presupuestos que se destinarán para el éxito de esta propuesta social.
EL CUENTO DE LAS OBRAS
Nordash Ortega, es también una de las afectadas por el cierre de las puertas del ‘Coloso Aguirreño’. A diario acudía al recinto deportivo a practicar atletismo, como un ejemplo de ‘ojo al guía’ para sus pacientes de obstetricia. Asimismo, ha remitido una copia del documento a la Contraloría General de la República para que transparente los soportes del planeamiento de obras estimadas y el presupuesto respectivo para su ejecución, considerando que en los últimos años varias autoridades han utilizado esa ‘promesa’ para fines políticos y electoreros.
Esa apreciación es compartida incluso por jóvenes apostados en la puerta del estadio. “Sólo los chinos, con toda su tecnología, podrían hacer ‘milagros’ de arquitectura o ingeniería civil. Si el hombre(Jorge Pérez) en octubre renuncia al cargo (de gobernador regional) tal como se vocea insistentemente, a fin de ser candidato presidencial, quién va asumir la posta de su ambicioso plan de remodelación del estadio; y lo peor sería que durante esos dos años de convenio el estadio se mantenga cerrado con el ‘cuento’ que se están ejecutando las obras”, replicó uno de ellos, estudiante de una universidad local.
INCERTIDUMBRE TOTAL
Sobre el cierre temporal y el plazo de apertura al público, no se sabe nada. La ausencia de funcionarios o voceros oficiales dentro de la nueva administración, es evidente. Incluso no hay quién explique cómo y cuándo se iniciarían las obras. El tiempo corre en cuenta regresiva y la sospecha del capricho presidencial no calculado, en su afán de figurar, crece entre los deportistas.
En las últimas horas, también habría trascendido que la misma información que viene solicitando Nordash Ortega, es requerida por el titular del IPD-Lambayeque, ingeniero Robinson Requejo, en virtud del convenio que precisa de la presentación del plan de obras y de los presupuestos estimados a invertir. Otro dato que también trascendió fue que el Gobierno Regional de Lambayeque, ya entregó esos documentos al IPD de Lima.
También se supo, por fuentes confiables, que si bien el ente nacional del IPD ya firmó el convenio de uso por dos años, el ingeniero Requejo, aún no les ha entregado oficialmente la administración del predio deportivo de 15 hectáreas, aproximadamente. Esas contradicciones, acrecientan la desconfianza en los nuevos anfitriones; y en la calle, ya corre el rumor de la organización de un plantón en las puertas del Gobierno Regional, si Jorge Pérez persiste en no develar su plan de obras a ejecutar en el estadio Elías Aguirre.