Los eventos masivos de carácter militar forman parte de la parafernalia del presidente ruso
En varios puertos rusos discurrieron ayer domingo desfiles navales con motivo del Día de la Armada rusa. El celebrado en Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia finalizó el primero. El presidente ruso, Vladímir Putin, asistió al organizado en San Petersburgo. Las ciudades de Severomorsk, Kaspiisk, Baltiisk, Sebastopol, en Crimea, y hasta la base rusa de Tártus, en el litoral de Siria, se encuentran también con paradas navales a los festejos.
La agencia TASS informó que, solo en el desfile de San Petersburgo, participaron más de 4.000 marinos, 46 navíos, incluyeron varios submarinos de la última generación, y más de 40 aviones y helicópteros. Acudieron miles de espectadores a contemplar el espectáculo desde la costa, afectados que, según los expertos sanitarios, afectados a hacer que aumente el riesgo de contagio del coronavirus. En la antigua capital imperial rusa los actos multitudinarios están prohibidos a causa de la pandemia, pero las autoridades locales han hecho una excepción.
En San Petersburgo, durante el desfile, estuvieron presentes los restos mortales del legendario almirante ruso, Fiódor Ushakov, héroe de las batallas contra Turquía en el mar Negro durante la segunda mitad del siglo XVIII. Fue canonizado por la Iglesia Ortodoxa rusa y su cuerpo ha sido trasladado desde el monasterio de Mordovia en donde ha estado enterrado.
Con motivo del 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, ha grabado también a los infantes de marina que defendieron durante la II Guerra Mundial los puertos de Leningrado, Sebastopol y Novorossiisk. Hasta la Antártida ha estado presente en la celebración, al cumplirse este año el bicentenario de su descubrimiento por marineros rusos, con el buque de investigación «Almirante Vladímirski». También se ha visto una réplica de la imponente fragata «Poltava» del siglo XVIII.
Putin, que aumenta cada año la partida presupuestaria de gasto militar y asegura que posee armas «invencibles», tuvo que posponer por culpa de Covid-19 el tradicional desfile en la Plaza Roja de Moscú, que tiene lugar cada 9 mayo en conmemoración de la victoria. Se llevó a cabo el pasado 24 de junio sin que la epidemia estuviera todavía superada. Los eventos masivos de carácter militar forman parte de la parafernalia que da cuerpo a una de los principales componentes ideológicos de sus sucesivos mandatos al frente de Rusia. Según Putin ni el desfile del 24 de junio ni la reciente votación, que duró siete días, de las enmiendas constitucionales para eternizarse en el poder causaron rebrote alguno de coronavirus.