En la capital peruana existen alrededor de 570,000 personas que desean iniciar un negocio mientras trabajan, pero sus obligaciones familiares y compromisos económicos les impiden dar ese gran salto, indica un análisis desarrollado por el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la PUCP (CIDE-PUCP).
“No necesariamente se debe dedicar el 100% a un emprendimiento. Se puede empezar con algo intermedio, lo que se le llama “side project”. Una vez dominada la actividad, ésta puede ser el trampolín para independizarse”, agregó.
TIEMPO PRUDENTE
Asimismo, señaló que herramientas utilizadas en el mundo de la innovación como Design thinking y Lean Startup contribuyen a que se genere una exploración de propuestas de valor y de modelos de negocio que calcen con las características personales del emprendedor.
Refirió que la forma más fácil para comprenderlo es pensar en un hobby que disfruto enormemente y que otros al ver lo bueno que soy, lo solicitan y empiezo a cobrar por hacerlo.
“Pasar de algo que se disfruta hacer, a algo por lo que puedo cobrar y que luego se transforme en un emprendimiento de tiempo completo es un proceso que con guía y voluntad puede lograrse perfectamente”, agregó.