Miles de manifestantes se congregaron la noche del martes en la Plaza Italia de Santiago para celebrar un “Año Nuevo con Dignidad”, en un ambiente festivo y con escasa presencia policial en los alrededores, al cierre de un 2019 marcado por las protestas sociales en Chile.

“Este año no podía no pasarlo aquí. Todo esto que nos ha pasado hay que celebrarlo, porque lo que viene, con todo el costo que sea, será algo construido por las mayorías”, manifestó Rafael Vergara, de 45 años, uno de los tantos chilenos que se acercó a la Plaza Italia.

Varios puestos de comida se levantaron en los alrededores para ofrecer una cena de Año Nuevo. “La ‘zena cero’, la única comida que vale es la del pueblo”, rezaba uno de los carteles de uno de los puestos que ofrecía comida en este lugar, un juego de palabras que alude a la ‘zona cero’ de las protestas.

En los alrededores se vivía un ambiente tranquilo, muy diferente al del día viernes pasado, la última protesta masiva, cuando se registraron violentos enfrentamientos con la Policía y un manifestante murió al caer a un pozo huyendo de la policía.

Durante toda la semana circularon en redes sociales convocatorias para despedir aquí el 2019, un año marcado por las protestas que arrancaron el 18 de octubre, primero por el alza en el pasaje del metro de Santiago pero que luego se extendieron a un masivo reclamo en contra del gobierno del derechista Sebastián Piñera y en favor de reformas sociales, en un país que detrás de sus buenas cifras macroeconómicas escondía una gran disconformidad social.

Las manifestaciones se saldan hasta ahora con 29 muertos, mientras que el próximo 26 de abril se celebrará un plebiscito que definirá si se cambia o no la Constitución vigente, una herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), tras un gran acuerdo político en respuesta a los reclamos de la calle.

“Esto está buenísimo para terminar el 2019 con buena onda; nos los merecemos por todo lo que hemos logrado pero 2020 viene con una lucha mucho más intensa”, sentenció Javier Becerra, un diseñador gráfico de 39 años, que fue hasta Plaza Italia.