La estancia de Evo Morales en Buenos Aires empieza a ser un quebradero de cabeza para el presidente Alberto Fernández. El Gobierno de EE.UU. presentó una queja formal sobre las actividades políticas del expresidente en Argentina, ya que se encuentra en condición de refugiado político.
Tras conocer la protesta de EE.UU., Morales escribió en su muro de Twitter. “La complicidad de EE.UU. es tan evidente en el golpe de Estado en Bolivia que la embajada norteamericana en Argentina habla por los golpistas y pide al Gobierno de Fernández que limite mi refugio político como en tiempos del Plan Cóndor”, en alusión al plan de coordinación de las dictaduras del Cono Sur en los años 70.
Morales no guarda el debido silencio político al que están obligados los refugiados. Por el contrario, realiza ruedas de prensa, se reúne con las madres de Plaza de Mayo, convoca manifestaciones y pretende organizar la campaña del MAS (Movimiento Al Socialismo) desde Argentina. Pero el expresidente, a medida que pasan los días, pierde fuelle.