Miles de manifestantes enmascarados salieron a la calle el sábado en Hong Kong desafiando a las autoridades, que habían prohibido cubrirse el rostro, en una ciudad semiparalizada, sin servicio de metro y con decenas de comercios cerrados.
Estas nuevas manifestaciones son la respuesta de la población a la prohibición del uso de máscaras decretada el viernes por el gobierno, amparándose en una antigua ley, que data de 1922 y que no se usaba desde hacía 50 años.
El gobierno intenta así disuadir a los manifestantes más violentos, que actúan con el rostro cubierto en estos cuatro meses de protestas, pero parece haber logrado el efecto contrario.
La jefa del ejecutivo local, Carrie Lam, denunció el sábado los actos cometidos por “alborotadores enmascarados”.
“Las acciones brutales de los manifestantes hicieron que Hong Kong tuviera una noche siniestra y que amaneciera semiparalizada este sábado”, dijo Lam en un mensaje de video. “Todo el mundo está preocupado e incluso asustado”.
En el barrio comercial de Causeway, Hosun Lee se manifestaba el sábado contra esta prohibición que, para ella, es una “primera etapa”.
“Si no nos alzamos y no resistimos, puede ser que 2047 ya haya llegado”, explicó, en alusión a la fecha hasta la cual está garantizada una mayor autonomía para Hong Kong, conforme al principio de “un país, dos sistemas”.
En Sheung Shui, cerca de la frontera china, periodistas Vieron a grupos de manifestantes enmascarados romper escaparates de comercios de empresas chinas o consideradas pro-Pekín.
“El gobierno no nos escucha”
Un grupo de policías --muchos de los cuales iban con el rostro tapado y no llevaban número de identificación-- fue visto por la AFP esposando a un hombre que llevaba máscara, en el distrito de Central, el sábado por la tarde. Dos jóvenes, un hombre y una mujer, con máscaras, fueron detenidos.
Unas horas después del anuncio de la aplicación de la ley, miles de manifestantes salieron a las calles y algunos de ellos saquearon estaciones de metro y comercios considerados prochinos.