Al menos 30 personas han muerto a consecuencia de una avalancha de tierra que ha arrasado una mina de oro en la localidad congoleña de Watsa, según han confirmado las autoridades.

 

La cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas porque todavía quedan cuerpos sin vida sepultados bajo la tierra, según ha informado este domingo el ministro local para la Minería, Dieudonne Apasa.

 

El suceso tuvo lugar el pasado viernes en la mina de oro de Ndiyo, en la provincia de Haut Uele, cerca de la frontera con Uganda, pero los servicios de rescate han necesitado de dos días para llegar a la zona afectada, dado lo remoto del lugar.

 

“Todavía no sabemos cuántos mineros había en el interior. Estaban trabajando a una profundidad de 17 metros cuando se les ha caído todo encima”, ha lamentado Apasa. Apasa ha añadido que los mineros trabajaban dentro del límite máximo de profundidad estipulado.