Boris Johnson emprendió una gira triunfalista por “territorio Brexit” para dar las gracias personalmente a los votantes históricos del Partido Laborista por haberse cambiado de chaqueta y haberle permitido la mayoría absoluta (365 diputados) que permitirá consumar la salida de la UE el 31 de enero.
“Nuestro país se ha embarcado ahora en una maravillosa aventura”, declaró el ‘premier’ a su caso por Sedgefield, el distrito electoral de Tony Blair, que votó por primer por el Partido Conservador desde los años 30. “Vamos a recuperar nuestro ímpetu y la confianza en nosotros mismos. Vamos a hacer las cosas mejor y de otra manera como país”.
“Nadie quería estas elecciones antes de Navidades, pero es increíble lo que habéis hecho”, añadió Johnson ante sus votantes en el norte de Inglaterra. “Habéis cambiado el paisaje político y el futuro del país para mejor. Sé que mucho de vosotros habéis cambiado los hábitos de voto de varias generaciones, y quiero que sepáis que el Partido Conservador os devolverá la confianza depositada en nosotros”.
Johnson empezó a perfilar su nuevo gabinete desde ayer domingo y confía en tenerlo listo hoy lunes. El jueves avanzará su programa de Gobierno en el Discurso de la Reina y el viernes someterá previsiblemente a votación su acuerdo del Brexit con Bruselas en el nuevo Parlamento.
La debacle electoral empezó a pasar entre tanto factura en el Partido Laborista, con la marcha de John McDonnell, la mano izquierda de Jeremy Corbyn para asuntos económicos. McDonnell anunció que no volverá a figura en el gabinete a la “sombra” de los laboristas, aunque exculpó a su líder por el peor resultado de los laboristas en 90 años.
A diferencia del 2017, cuando Corbyn “resucitó” contra viento y marea en la campaña ante Theresa May, gracias sobre todo a la movilización electoral de la corriente interna Momentum, la división y la confusión ha reinado en las últimas semanas en las filas laborista, sin un mensaje claro y sin el énfasis necesario en el “muro rojo” del cinturón industrial de Inglaterra, que se tiñó de azul de la noche a la mañana.
“Jeremy Corbyn es uno de los políticos más honestos, sinceros y comprometidos que conozco”, declaró John McDonnell, que reconoció sin embargo que ha llegado el momento del relevo. “Espero que el nuevo liderazgo sirva para avanzar en temas como el Brexit, para que funcione para todos, como la grotesca desigualdad económica o como el cambio climático... Aunque me temo que este Gobierno apoyado por la industria de los combustibles fósiles dejará pasar la oportunidad de salvar el planeta los próximos cinco años”.
Corbyn anticipó su intención de dimitir a primeros de año y de abrir un “período de reflexión” de aquí hasta entonces.