Dura vida. Maximina Padilla Carrasco cuando se enamoró de Elmer Zurita Jaramillo, no imaginó el martirio que le tocaría vivir durante 20 años, los cuales fue maltratada por el padre de sus nueve

hijos. Su cónyuge en un arranque de ira sumido con el alcohol, llegó a herirla en la cabeza, fracturarle el brazo y a causarle otras lesiones graves, que la llevó a estar internada en varios hospitales.

Ella es natural de la provincia piurana de Huancabamba y hace poco menos de un año escapó de ese lugar para refugiarse en la ciudad de Lambayeque, donde se dedica a vender refrescos, para

 

comenzar a llevar una vida en paz, ahora su marido, que se encuentra en un centro de rehabilitación, le pide que lo vaya a ver porque ya se olvidó de lo sucedido.

 

“Las leyes deben ser más severas para quienes agreden a una mujer, a mi marido solamente le enviaban oficios, nunca estuvo en la cárcel, mis hijos lo tuvieron que internar en un centro de rehabilitación hace seis meses y a pesar que se encuentra en este lugar, sigue pidiendo verme, no es posible que esta situación continúe”, señaló la indignada mujer.

 

La regidora Ercilia Sorogastúa Damián; quien labora con el Centro de Emergencia Mujer de Lambayeque, señaló que

si bien esta situación se presenta en muchos espacios; también afirmó que se trabaja por combatir esta problemática social, que afecta a muchas parejas y familias en todo el país.

 

Expresó que la labor de respeto a la persona (varón o mujer) debe empezar en el hogar, y fortalecerse en la educación básica regular. Esto podría garantizar una convivencia más sana y un mejor futuro en la sociedad. Hay que hacer entender tanto a niños como a niñas que la violencia no es buena, y que sus efectos son nocivos y afectan al agredido y agresor.

 

“Las leyes están bien estipuladas, sabemos que aun así los hombres abusivos siguen agrediendo a sus parejas, pero esta situación no responde a un problema de leyes, sino de la sociedad; quienes debemos solucionar, de lo contrario continuaremos con esta situación que hasta el momento no se puede combatir con contundencia”, reconoce la autoridad edil.

 

Asimismo, aseveró que una de las mejores formas de comenzar a luchar contra este mal es promover la igualdad de género, que permitiría a niños y niñas tener las mismas oportunidades.

 

“Ese sería uno de los pasos, pero también se debe pensar en la persona agresora, que necesita reinserción y para eso también debemos trabajar”. Ante este punto, Sorogastúa Damián, se manifestó a favor de centros de rehabilitación con especialistas en materia de comportamientos agresivos.

 

Pero no todo queda ahí, la regidora lambayecana, invocó a los varones víctimas de maltrato a interponer la denuncia ante las dependencias policiales, porque aseguró que este problema no es exclusivo en las mujeres. Advierte que la violencia sólo genera más violencia y se debe prevenir, incide.

 

Se conoce que son más de tres mil denuncias las que se reportan en Lambayeque por violencia familiar.