La policía brasileña desarticuló este viernes una banda de traficantes de oro formada por brasileños y venezolanos que habría vendido 1,2 toneladas del metal precioso, evaluadas en 230 millones de reales (55 millones de dólares), informaron fuentes oficiales.
La operación movilizó a más de 150 agentes en cuatro estados amazónicos (Amazonas, Rio Grande do Norte, Rondonia y Roraima) y en Sao Paulo, donde cumplieron 17 órdenes de prisión preventiva y 5 de prisión temporaria, precisó en un comunicado la Policía federal de Roraima, limítrofe con Venezuela.
El oro procedía de minas clandestinas de Venezuela y Roraima.
La banda contaba con la complicidad de funcionarios públicos brasileños, que establecían falsos certificados de legalidad. Entre los funcionarios sospechosos figuran un analista de Aduanas, una auditora fiscal y un Fiscal de Roraima.
La investigación se inició en 2017 tras el decomiso de 130 gramos de oro con un falso certificado en el aeropuerto de Boa Vista, la capital de Roraima.
La empresa que se encargaba de vender el oro en Sao Paulo había sido blanco de otra operación en junio, por compra ilegal del metal en Amapá, un estado limítrofe con la Guayana Francesa.