Clarín (Argentina).– Un terremoto de 6,8 sacudió el martes el noroeste de Japón y prendió todas las alarmas. Las autoridades emitieron una alerta de tsunami de hasta un metro de altura a lo largo de partes de la costa de las prefecturas noroccidentales de Yamagata, Niigata e Ishikawa. Y pidieron evacuar las zonas costeras.

 

Pero al cabo de unas horas, la alerta cesó. No se registraron anomalías en la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa y se reanudó el servicio de tren bala Shinkansen.

 

La Agencia Meteorológica de Japón indicó que el epicentro del sismo se localizó frente a la costa occidental de Yamagata, a unos 50 kilómetros al suroeste de la ciudad de Sakata.

 

Dijo que el epicentro del terremoto fue poco profundo, a unos 10 kilómetros por debajo de la superficie del mar. Los terremotos poco profundos tienden a causar más daño en las superficies de la Tierra.

 

Por eso, el gobierno de Japón pidió a los residentes en varias áreas de la zona costera del noroeste de Japón que abandonen sus viviendas y busquen refugio.

 

El llamado fue hecho por el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, en una primera rueda de prensa para dar a conocer de los efectos del temblor sísmico que se sintió con fuerza en la mitad norte de Japón.

 

Hace ocho años, el 11 de marzo de 2011, un devastador terremoto de 9 grados y un posterior tsunami hicieron estragos en Japón y provocaron un desastre nuclear en la planta de Fukushima. 18 mil personas murieron.

 

Japón es una de las zonas más proclives a sufrir terremotos y tsunamis del planeta.