El segundo paro nacional no ha tenido el mismo eco que el del pasado 21 de noviembre, ya que este miércoles Bogotá y Cali han funcionado a medio gas.
Por el miedo al vandalismo con que suelen terminar las jornadas de protesta, así como al corte de calles y a bloqueos del transporte público, han aconsejado a algunos que cerrasen sus comercios o trabajasen desde sus casas.
Las informaciones desde los distintos puntos de concentración que difundieron medios locales, tanto en Bogotá como Cali o Medellín, calculaban los manifestantes en números no superiores a 5.000.
En todo caso, habrá que esperar a última hora de la tarde (madrugada en España) para tener una idea más exacta del resultado de la convocatoria, que salvo contadas excepciones, se desarrollaba con normalidad.
El Comité Nacional del paro, integrado por estudiantes, sindicatos y organizaciones étnicas, entre otros, ha decidido seguir adelante con la huelga general para protestar por la política del Gobierno de Iván Duque, a pesar de que el martes comenzaron las conversaciones directas con el Ejecutivo, como exigía, y hoy jueves mantendrá otro nuevo encuentro.
En el inicial no lograron ningún avance, puesto que ni siquiera acordaron la metodología a seguir. Dos de los puntos que reclamaron, la descomposición del ESMAD (policía antidisturbios) y la creación de un espacio en la televisión nacional para responder a las alocuciones de Iván Duque, fueron rechazadas.
Diego Molano, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, designado para encabezar la delegación oficial, alegó que no pueden prescindir de ese cuerpo policial, puesto que deben garantizar la seguridad de todos, y tampoco es posible otorgarles un espacio televisivo cuando el estatuto de la oposición otorga ese derecho a un portavoz de los partidos contrarios al Gobierno.
Por tanto, aún está en pañales una solución que consiga detener las movilizaciones que han causado grandes pérdidas económicas al comercio en semanas clave para ellos.
En el centro de la capital, en San Victorino, quizá el barrio más comercial, máxime en la temporada navideña, señalan que han perdido un 60% de sus ventas en los 14 días que llevan de protestas ciudadanas. Para recuperar algo, anunciaron una semana donde permanecerán las 24 horas abiertos.
Los promotores del paro, por su parte, pretenden alcanzar soluciones inmediatas a problemas sociales de carácter estructural, que se remontan a decenios. Los han concentrado en trece apartados, que incluyen reformas laborales, de pensiones, de educación y un largo etcétera. No ayuda a Duque la discusión estos días de la reforma tributaria, muy criticada por los partidos de izquierda que consideran que beneficia al sistema financiero y a quienes más tienen, y grava a las clases populares.
En paralelo a las negociaciones con el citado Comité, el presidente puso en marcha una “Conversación Nacional” que incluye a la ciudadanía y a sectores políticos y económicos.