El Parlamento de Cuba designó presidente de la República al actual mandatario, Miguel Díaz-Canel, en cumplimiento de la nueva Constitución de la isla, que modifica el organigrama de poder y recupera esa figura eliminada en 1976.
La Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) nominó y ratificó el miércoles al presidente de la República durante una sesión extraordinaria en la que –igualmente sin sorpresas– también designó vicepresidente a Salvador Valdés Mesa, un veterano político y exdirigente sindical de 74 años que ya era número dos del Ejecutivo, informa Efe.
Sin importar quienes son “designados” como presidente y vicepresidente de la República, el pueblo cubano sigue sin decidir quién gobierna el país. La decisión está sujeta a la votación, mediante mano alzada, de los 605 miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) que históricamente, sin fallar una sola vez, ha refrendado unánimemente las designaciones del Partido Comunista (PCC).
Como aseveró Gustavo Alfonso Fariñas, chofer de un taxi privado en La Habana, “el problema de Cuba no es la persona que ocupe el sillón presidencial, sino la continuidad del PCC tras el poder”.