Un total de 18.770 menores hondureños que fueron detenidos cuando intentaban viajar ilegalmente a Estados Unidos, México, países centroamericanos y Europa han sido deportados al país en lo que va de 2019, informó una fuente oficial en Tegucigalpa.
Estados Unidos ha deportado entre enero y el 6 de septiembre a 424 menores hondureños, de ellos 287 son niños y 137 niñas, señala un informe del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras.
Las autoridades mexicanas han deportado en el período de referencia, por vía aérea, a 1.978 menores hondureños indocumentados, 768 de ellos niñas, añade el informe.
Otros 16.220 menores hondureños, muchos de ellos solos, fueron deportados también por las autoridades mexicanas vía terrestre, mientras que otros 144 niños y adolescentes fueron repatriados desde Guatemala, El Salvador y Belice, precisa el documento.
Las autoridades migratorias de Europa deportaron además a dos niñas y dos niños, apunta el informe del Observatorio Migratorio de Honduras.
Estados Unidos deportó en 2018 a 296 menores hondureños, mientras que 9.110 retornaron de México, 64 fueron expulsados desde países centroamericanos, y otros tres de países de Europa, según cifras oficiales.
De acuerdo con organismos de Derechos Humanos, un centenar de hondureños, muchos de ellos menores, salen a diario hacia Estados Unidos y pagan a traficantes de personas grandes cantidades de dinero.
En los últimos años, la migración irregular a Estados Unidos desde Honduras, así como de El Salvador y Guatemala, países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, se ha incrementado por la violencia y los altos niveles de pobreza que afectan a esas naciones.
Desde octubre de 2018 han salido varias caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, muchos de ellos menores, con el afán de llegar a EE.UU., lo que ha provocado que el Gobierno estadounidense reforzara su frontera y anunciara recortes en la cooperación con el Triángulo Norte por no impedir la salida de los migrantes.
Las autoridades de EEUU comenzaron este jueves a aplicar la normativa del Gobierno para denegar el asilo a los indocumentados en la frontera sur que hayan pasado por México u otros países sin haber pedido allí esta protección.
La decisión se aplica un día después de que el Alto Tribunal dio luz verde de forma temporal al Ejecutivo del presidente estadounidense, Donald Trump, para denegar el asilo a inmigrantes indocumentados, en su mayoría centroamericanos, en la frontera.
En los últimos meses, la frontera sur ha vivido un incremento en las llegadas de solicitantes de asilo centroamericanos con sus familiares y hay cerca de 436,000 peticiones sin resolver según datos oficiales.