Internacional
Publicado el Lunes, 26 de Agosto del 2019

Marchas espontáneas y masivas revitalizan a Mauricio Macri

El presidente argentino, Mauricio Macri, se hace un selfie junto a su esposa.
Buenos Aires (El Mundo).– La política argentina no deja de sorprender: menos de dos semanas después de sufrir una fortísima derrota en las elecciones primarias y de parecer absolutamente liquidado, el presidente argentino, Mauricio Macri, recibió en la noche del sábado un impulso revitalizante en la forma de masivas y espontáneas manifestaciones que tuvieron su epicentro en una colmada Plaza de Mayo.
 
“¡Tres años y medio es poco para cambiar todo lo que hay que cambiar! ¡Podemos ser mejores!”, dijo un Macri que se emocionó hasta las lágrimas en el balcón de la Casa Rosada, ése al que tan afectos eran Juan y Eva Perón y al que los presidentes no peronistas rara vez suelen asomarse.
 
Macri viene de perder las primarias por 47% a 32% ante el peronista Alberto Fernández, un golpe que lo dejó casi grogui en los primeros días posteriores a las elecciones. El debate en la coalición de Gobierno pasaba hasta hoy por si esa diferencia era remontable de cara a las elecciones del 27 de octubre, pero tras las decenas de miles de personas que se manifestaron en las principales ciudades del país, ese debate se acabó: Macri está obligado a dar la batalla.
 
Un hombre clave para el éxito de la marcha fue el actor Luis Brandoni, que envió días atrás desde Madrid un vídeo en el que pidió a sus compatriotas que salieran a las calles a apoyar a Macri.
 
“Estamos preocupados, pero no derrotados; al contrario, hay mucho por hacer. El sábado 24 salgamos a las calles y las plazas de todo el país”, dijo el actor. “Debemos mostrar y mostrarnos que somos muchos más los que queremos un país republicano, democrático y decente”, arengó Brandoni, protagonista de ‘La odisea de los giles’, un filme estrenado la semana pasada y que esconde varios mensajes políticos de actualidad en un guión con foco en la gran crisis de 2001.
 
El éxito de la convocatoria de Brandoni superó las expectativas de la mayoría. “¡Sí se puede!”, gritaban los manifestantes en la tarde-noche del invierno argentino. “¡Mauricio no se va!”. El presidente argentino estaba pasando el sábado en su casa de fin de semana, en las afueras de Buenos Aires, cuando empezó a tomar conciencia de la dimensión de las marchas autoconvocadas.
 

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