Clarín (Argentina).– Una explosión en una instalación militar de pruebas de reactores en el norte de Rusia ha dejado este jueves dos muertos y seis heridos. Las autoridades de la provincia de Arjánguelsk, donde se encuentra la base, y fuentes del Ministerio de Defensa han asegurado que el incidente no ha producido contaminación radioactiva y que el nivel de radiación en la atmósfera “está dentro de lo normal”.
La explosión se produjo en la localidad de Nionoksa, donde se encuentra el polígono central de la Marina rusa, durante las pruebas de un propulsor de combustible líquido.
Según fuentes citadas por la agencia oficial Tass, los hechos tuvieron lugar en un buque y la deflagración causó un incendio. Se ha creado una comisión para investigar las causas de la tragedia, que, según algunos medios rusos, pudo haber sido causada por la detonación de municiones mal manipuladas.
Al lugar de la explosión fue enviado de urgencia un helicóptero con dos brigadas de médicos, según informó Ígor Orlov, secretario de prensa de la provincia de Arjánguelsk; además, la aviación sanitaria fue puesta en alerta.
Pese a los mensajes de tranquilidad de las autoridades, Rusia ha decretado el cierre a la navegación durante un mes de la bahía Dvina, en la zona del mar Blanco próxima a las instalaciones militares.
Una de los mayores temores de la población local es que la explosión haya ido acompañada de una fuga de sustancias peligrosas a la atmósfera, pero la autoridades civiles han asegurado que no hay motivos de preocupación, lo que ha confirmado el Ministerio de Defensa, que ha asegurado que los niveles de radiación “se mantienen dentro de la normalidad”, según recogió la agencia RIA.
Sin embargo, en la cercana localidad de Severodvinsk, de unos 185.000 habitantes, Ksenia Yúdina, portavoz del Ayuntamiento, precisaba que sí se había registrado un pequeño aumento de la radiación tras el estallido del propulsor, aunque más tarde se informó de la normalización de los parámetros radiactivos.
En Severodvinsk –ubicada en la misma provincia de Arjánguelsk, a 40 kilómetros de Nionoksa– se encuentran dos de las más importantes bases navales rusas, Sevmach y Ziózdochka, donde se fabrican los submarinos nucleares y diversos tipos de buques.
Este es el tercer incidente relacionado con el Ministerio de Defensa ocurrido últimamente. El más grave ocurrió el 2 de julio pasado, cuando en el mar de Barents se produjo un incendio en un submarino ruso de inmersión profunda que dejó 14 muertos.
El Kremlin declaró secreta la investigación de este accidente, que ocurrió en aguas de la bahía de Kola. El pasado día 5 se produjo un incendio en las instalaciones de un almacén militar del distrito de Achinsk, en Siberia, que provocó la detonación de las municiones que allí se guardaban. Las explosiones, que dejaron un muerto y 13 heridos, duraron dos días y hubo que declarar el estado de emergencia y evacuar a la población de algunas localidades cercanas.