Internacional
Publicado el Martes, 09 de Julio del 2019

“Para Dios, nadie es extranjero”

En el 6° aniversario de su viaje a Lampedusa, habló ante 250 refugiados y un coro vestido de luto por los náufragos muertos
Clarín (Argentina).– El Papa celebró este lunes una misa especial en el sexto aniversario del primer viaje de su pontificado el 8 de julio de 2013, a la isla de Lampedusa, puerto cercano a África convertido en símbolo de los rescates y naufragios en el Mediterráneo. “Para Dios ninguno es extranjero”. “A todos sea dada una casa y una patria”, agregó.
 
Doscientos cincuenta refugiados y voluntarios que los asisten asistieron a la ceremonia. El coro vestía de negro en señal de luto por los náufragos muertos en el mar y cantó el “kyrie eleison”.
 
El Papa pidió mirar “con amor a refugiados y oprimidos”. “Los pobres, en las múltiples dimensiones de la pobreza, son los oprimidos, los marginados, los ancianos, los enfermos, los pequeños, cuando son tratados como los últimos de la sociedad”.
 
Francisco, que el domingo en su mensaje del Angelus dominical pidió a los gobiernos y las organizaciones internacionales crear “corredores humanitarios especiales” para los migrantes, no pronunció este lunes una homilía de circunstancias.
 
“Mi pensamiento va a los últimos, que cada día gritan al Señor, pidiendo ser liberados de los males que los afligen. Son los últimos, engañados y abandonados a morir en el desierto; son los últimos torturados, abusados y violados en los campos de detención; son los últimos que desafían las olas de un mar sin piedad; son los últimos dejados en campos de una acogida demasiado larga para ser llamada temporal”.
 
Para el Papa, ellos son “solo algunos de los últimos que Jesús nos pide amar”. “Por desgracia, las periferias existenciales de nuestras ciudades están densamente pobladas de personas descartadas, marginadas, oprimidas, abusadas, abandonadas, pobres y sufrientes. En el Espíritu de las Beatitudes estamos llamados a consolar su aflicción y ofrecer a ellos misericordia, saciar su hambre y sed de justifica, hacer sentir la paternidad presurosa de Dios e indicarles el camino para el Reino de los Cielos”.
 
VATICANO VS. SALVINI
La rígida actitud del ministro del Interior italiano Matteo Salvini, de extrema derecha, contra los migrantes, está llevando a un creciente enfrentamiento entre la Iglesia y el poder en Italia. El Papa reservó sus palabras más duras a quienes parecen no considerar personas a los migrantes. “Son personas humanas, no se trata solo de cuestiones sociales o migratorias”. “Hoy son el símbolo de todos los descartados por la sociedad globalizada”.
 
“Los más débiles y vulnerables deben ser ayudados. Me gusta pensar que podemos ser nosotros esos ángeles que suben y bajan de la escala de Jacob, toman en sus brazos a los pequeños, a los enfermos, a los excluídos, que de otra manera quedarían atrás y verían solo la miseria de la Tierra, sin darse cuenta de la luz de Cristo”, señaló el Papa argentino.
 

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