Clarín (Argentina).– La “canicule” se acabó en París pero sigue amenazando al este y el sur de Francia con toda su fuerza. Al menos hay once departamentos en vigilancia naranja por las altas temperaturas, tres por fuertes tormentas y otros 3 por tormentas y ola de calor.
El termómetro oscila entre los 34 y los 40 grados y por la noche solo desciende a 25 grados en esas regiones en emergencia. Al menos cuatro personas murieron en la crisis por “choque térmico” en el sur de Francia y analizan otras seis muertes vinculadas al calor.
Pero nunca llegó a las cifras del 2003, cuando 15.000 personas murieron en plena crisis canicular. El récord de temperatura se alcanzó hasta ahora el viernes pasado en Gallargues les Montueux, un pueblo cerca de Montpellier, donde el termómetro subió a 45,9°.
La electricidad en Francia tiene origen nuclear. Desde este lunes varias centrales nucleares en Francia deberán ser cerradas temporariamente ante la falta de agua y el recalentamiento de los reactores, frente a la sequía durante estos días de altísimo calor y el consumo de electricidad.
EDF, la compañía de electricidad que provee el servicio en Francia, explicó que si bien las temperaturas han comenzado a bajar, las excesivas temperaturas del agua de los ríos y la falta de agua los obligan a enfriar los reactores. “Si las altas temperaturas continúan, las fábricas, empresas, casas de familias van a requerir mayor ventilación y aire acondicionado”, advirtieron.