El Mundo (España).– Miles de rusos han marchado por el centro de la capital en protesta contra los montajes policiales y a favor de la libertad de expresión. Según el grupo de monitoreo OVD-Info, ha habido más 400 detenidos, entre ellos el opositor Alexei Navalny.

 

La marcha no tenía permiso oficial, y se han producido choques entre la policía y los manifestantes. Las fuerzas de seguridad hablan de 200 arrestos, buena parte de ellos con puesta en libertad al cabo de una o dos horas, aunque otros casos la policía presentará cargos.

 

La manifestación había sido convocada inicialmente para exigir la libertad del periodista Ivan Golunov. Pero el Ministerio del Interior de Rusia anunció ayer el cierre del proceso penal contra él por tráfico de drogas. El caso ha sido cerrado por la ausencia de pruebas que demuestren la culpabilidad del periodista del medio web ‘Meduza’. Para muchos rusos es una decisión histórica.

 

La marcha se ha mantenido pese a la liberación de Golunov, pues la incriminación con montajes policiales es una práctica habitual para acallar a voces incómodas. En la manifestación la policía ha empezado a practicar detenciones individuales desde el principio de la marcha.

 

Un goteo de arrestos que era respondido con gritos de “vergüenza” por parte de la gente, que se ha ido dividiendo por calles ante la imposibilidad de marchar hacia el centro de la ciudad. Entre los asistentes había gente de todas las edades, banderas de Rusia y pancartas pidiendo más libertad.

 

Golunov fue acusado de un intento de tráfico de drogas a gran escala la semana pasada. Su caso causó una ola de indignación después de que sus compañeros denunciasen que se trataba de un montaje policial. “Pienso proseguir mis investigaciones. Espero que nadie se encuentre en un futuro en la misma situación que yo”, comentó Golunov, nada más salir en libertad.

 

El ministro ruso de Interior, Vladímir Kolokóltsev, informó ayer de que los agentes implicados en el arresto han sido temporalmente “apartados” de sus funciones. Asimismo anunció que pedirá al presidente ruso, Vladimir Putin, el cese de los altos cargos policiales involucrados en el caso, entre los que mencionó a dos generales.