Internacional
Publicado el Miercoles, 22 de Mayo del 2019

Crecimiento del catolicismo soberanista preocupa al Papa

Matteo Salvini invocó la protección de Dios para ganar las cruciales elecciones y renovar el Parlamento Europeo
 Clarín (Argentina).– El Papa, el Vaticano y el mundo católico italiano han quedado traumatizados por las exhibiciones de soberanismo religioso ultraconservador y los ataques a la Iglesia por parte del hombre fuerte populista Mateo Salvini en la manifestación de los nacionalistas soberanistas el sábado en Milán.
 
Salvini invocó la protección de Dios y los santos protectores de Europa para ganar las cruciales elecciones del jueves a domingo para renovar el Parlamento Europeo, provocó un abucheo contra el Papa Francisco, al que contrapuso las figuras de Juan Pablo II y Benedicto XVI, y concluyó el espectáculo agitando y besando un rosario.
 
El avance nacionalista portador de un catolicismo reaccionario militante contra la línea progresista de Francisco se extiende más allá de las fronteras de la patria concreta del catolicismo, pero es a partir de la realidad italiana que se plantea el peligro de una grieta de graves consecuencias.
 
El columnista del “Corriere della Sera” Massimo Franco, citó a un cardenal anónimo que dice: “Tenemos dos espinas: la unidad de la Iglesia y la pérdida de influencia de los católicos en política”.
 
Durante medio siglo, la Democracia Cristiana fue el seguro punto de apoyo de la Iglesia en la política laica. Ahora, el cardenal cree en esta fase “el único catolicismo visible en política es el xenófobo, anti islámico, agresivo, ofrecido por la Liga de Salvini y sus socios europeos”.
 
Massimo Franco cree que “se trata de formaciones portadoras de un cristianismo empastado de una identidad declinada en clave nacionalista”, que llega a contestar al mismo Papa después que Salvini lo nombró para que lo chiflaran el sábado en Milán, exaltando una cultura conservaora que se declara católica pero cuyos mentores son los adversarios internos en la Iglesia del Papa argentino.
 
El peligro es que estos remezones produzcan una fractura que se traslade a las parroquias y los episcopados.
 
En Italia hay sectores católicos conservadores que consideran a Salvini un “mal menor” en el tema de la represión a la inmigración que llega de África por el Mediterráneo y que niega toda compasión cristiana a los prófugos y nàufragos. Una posición repudiada cotidianamente por el Papa.
 
Pero en la Italia de hoy los sentimientos de inclusión están siendo desplazados por una mayoría popular, de proclamada fe católica, que apoya la represión sin descuentos de Salvini, quién se encamina a obtener un triunfo en las elecciones europeas del domingo 26. El arzobispo Michele Pennisi afirma que hay obispos en el norte italiano que comparten esta posición que otros consideran anticristiana.
 
El nacionalismo soberanista en versión católica ultra se derrama también por Europa. La fractura entre la Iglesia de Francisco y la mentalidad ultramontana y extremista de Salvini no permite actualmente mediaciones ni curas.
 
Reunidos en el Vaticano, los obispos italianos están debatiendo a puertas cerradas estos peligros. “Instrumentaliza nuestra fe”, dijo uno de los episcopales. Otro afirmó que “no le perdono el abucheo del Papa”.

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