El Telégrafo (Ecuador).– Centenares de escolares venezolanos llegaron el lunes 11 de marzo a la ciudad colombiana de Cúcuta para retomar sus clases después de que las autoridades del país vecino habilitaran un paso por el puente fronterizo Francisco de Paula Santander para estudiantes y personas que requieren atención médica.
El corredor, que fue abierto a las 05:00 hora colombiana, permitió el ingreso a Colombia de niños y jóvenes venezolanos, en su mayoría vestidos con uniforme escolar y acompañados de sus padres.
La frontera con Venezuela se encuentra cerrada desde el pasado 23 de febrero cuando Nicolás Maduro rompió relaciones con Colombia y cerró los pasos fronterizos, tras el frustrado intento del presidente interino de ese país, Juan Guaidó, de llevar ayuda humanitaria, iniciativa que acabó en un brote de violencia.
Entre los que pasaron a primera hora por el puente Francisco de Paula Santander, que une a Cúcuta con Ureña (Venezuela), estaba Jhoana Pabón, que vino con su hijo de 11 años y su hija de 15 para que puedan retomar las clases a las que desde hace dos semanas no asisten debido al bloqueo de la frontera y al peligro que conlleva cruzar por los pasos ilegales, conocidos como trochas.
“Gracias a Dios se está normalizando el paso porque para pasar por la trocha con los niños es mucho peligro”, dijo Pabón. La apertura de este corredor fronterizo coincide con la suspensión de las clases y las actividades laborales en Venezuela por el apagón ocurrido el jueves 7 de marzo en ese país y que no ha sido superado totalmente.