El Mercurio (Ecuador).–El arquitecto japonés Arata Isozaki, encargado de diseñar el Palau Sant Jordi de Barcelona, una de las joyas del proyecto olímpico de la capital catalana en 1992, ha ganado el Premio Pritzker 2019, el galardón de arquitectura más importante del mundo.
El Palau Sant Jordi, principal activo del anillo olímpico de Montjuïc, fue concebido por el japonés como un espacio adaptable a varios acontecimientos. Desde su inauguración en 1990, el pabellón ha acogido, además de conciertos, grandes eventos deportivos.
El recinto ha sido la sede de dos Mundiales de natación, así como mundiales de atletismo, fútbol sala y de balonmano, entre otros, y ha albergado dos finales de la Copa Davis de tenis, en las que España se alzó con sendos títulos, uno en el año 2000 y otro en el 2009.
Pero el Palau Sant Jordi estará para siempre ligado al baloncesto. Fue la sede de las finales de este deporte de los Juegos de 1992, acogió un Eurobasket, un Mundial, una Copa del Rey y, sobre todo, fue el lugar donde el Barcelona ganó su primera Euroliga, en el año 2003.
Isozaki, de 87 años, diseñó también otro pabellón en Cataluña. El Palauet, situado en Palafolls (Barcelona), es un equipamiento municipal ideado por el japonés y de una gran singularidad estética.