Berlín, 2 enero (EFE).– El Gobierno alemán condenó hoy simultáneamente un atentado xenófobo perpetrado en el oeste del país, en el que resultaron heridas ocho personas, algunas de gravedad, y unos incidentes violentos protagonizados por un grupo de refugiados en Amberg (Baviera) que dejó doce heridos leves.
“El Gobierno registró con consternación los dos hechos”, dijo una portavoz durante la conferencia de prensa habitual del ejecutivo germano.
“En Alemania no debe haber espacio para el extremismo no para la violencia, venga de donde venga”, agregó la portavoz.
La Policía alemana elevó hoy a ocho el número de heridos registrados en un atentado con aparente motivación xenófoba, perpetrado por un conductor que atropelló en Nochevieja a varios grupos de personas en las ciudades de Botropp y Essen, ambas en el oeste de Alemania.
Una de las víctimas, una mujer siria, tuvo que ser operada de urgencia pero está fuera de peligro, precisaron fuentes policiales, que inicialmente cifraron en cinco el número de heridos en el atropello masivo.
Su supuesto autor, un hombre de 50 años, fue detenido y se le imputan varios delitos de intento de asesinato.
Desde el comienzo de las investigaciones, la Policía y Fiscalía de Essen apuntaron a una motivación xenófoba del ataque después de que, al ser detenido, el responsable utilizase expresiones racistas ante los agentes.
Posteriormente, el ministro de Interior del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, confirmó que había habido “una clara intención de matar extranjeros”.
Entre los heridos hay sirios y afganos y la policía sostiene que se trata de un atentado premeditado.
Hasta ahora no se han encontrado indicios de que el hombre tenga contactos con círculos de extrema derecha. “Parece que desarrolló un odio a los extranjeros desde su propio descontento”, dijo.