Nairobi, 17 diciembre (EFE).– La escalada de violencia en los enfrentamientos entre pastores nómadas armados y granjeros en varias partes de Nigeria dejó 3.641 muertos y el 57% ocurrió este año 2018, según un informe publicado hoy por Amnistía Internacional (AI).
“El letargo de las autoridades ha permitido que la impunidad florezca y que los crímenes se expandan a muchas partes del país, infligiendo aún más sufrimiento a las comunidades que ya vivían con miedo continuo del próximo ataque”, dijo la directora de AI en Nigeria, Osai Ojigho, en un comunicado.
Los ataques, según el informe “Cosechando muerte: Tres años de enfrentamientos sangrientos entre pastores y granjeros”, son premeditados y planeados, con el uso de fusiles de asalto y sin que las autoridades hayan hecho demasiado para prevenir los ataques o arrestar a los responsables, según AI.
Las casi 4.mil muertes han sido registradas por la ONG desde que comenzó el recuento en enero de 2016 y proceden de visitas de campo y entrevistas a testigos, víctimas, líderes comunitarios y religiosos y autoridades gubernamentales.
Lo que muchas veces se ha tratado como un conflicto étnico y religioso entre pastores armados de la etnia Fulani (de mayoría musulmana) y granjeros cristianos, “nada tiene que ver con religión o etnicidad”, según Ojigho.
“Es mucho más por la tierra y el acceso al pastoreo”, explicó la directora, quien alegó que “por los fallos de las fuerzas de seguridad, la competición por el acceso a los recursos se usa como un pretexto para matar y mutilar en líneas étnicas o religiosas”.
Los enfrentamientos, en muchas ocasiones, se prolongan varios días y causan decenas de muertes.
El 1 de enero de 2018, por ejemplo, en las localidades de Guma y Logo (sureste), un grupo armado atacó a la población civil durante 11 días, causando 88 muertos, de los cuales solo 73 cadáveres han sido encontrados.
“Las autoridades tienen que investigar la respuesta lenta de las fuerzas de seguridad que han causado una cifra tremenda de muertes”, pidió Ojigho.
Como reacción a esta investigación de AI, el Ejército de Nigeria ha pedido el cese de las oficinas de la ONG en Nigeria, alegando que la organización “está trabajando para desestabilizar el país”.
El portavoz del Ejército, Sani Usman, acusó a AI de fabricar alegaciones ficticias sobre supuestos abusos de derechos humanos de las fuerzas de seguridad, según un comunicado recogido por la Agencia Nigeriana de Noticias (NAN). La lucha por los recursos naturales es una causa de violencia.