Especialista recomienda fraccionar específicamente los alimentos y no saltarse ninguna comida
Comer en exceso hasta empacar o sentir que el estómago se va a "reventar" es una costumbre que debemos desterrar para siempre pues, además de ser dañino para la salud, genera un estrés enorme en nuestro organismo, advirtió el decano nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú, Antonio Castillo Carrera.
“Los peruanos estamos acostumbrados a consumir alimentos contundentes, buenas porciones de arroz, de carne, de menestras. Pero olvidamos que en la cantidad no siempre está la calidad. Lo que tenemos que saber es distribuir las comidas ”, consideró.
El empacho, dijo, se da cuando existe un consumo exagerado de alimentos ya sea por querer saciar una necesidad o un gusto, objetivo que se puede cumplir comiendo cualquier cosa.
El organismo requiere de macronutrientes como carbohidratos, proteínas y grasas, pero por más necesarios que sean, comer en grandes cantidades puede ser dañino para la salud.
Por lo general, las mujeres deben consumir entre 1,600 y 2,000 calorías al día, mientras que los hombres entre 2,000 y 2,500. El aporte calórico de la dieta aumentará si se trata de deportistas o personas que quieren ganar peso.
Para quienes no se encuentran en esas dos últimas situaciones, el comercio por encima de lo necesario será perjudicial en todos los sentidos, desde lo fisiológico hasta lo económico.
“El cuerpo solo utiliza la cantidad de nutrientes (proteínas, grasas, vitaminas, etc.) que necesita en cada comida y el resto lo almacena o desecha. Lo que almacene lo guardará en forma de grasa, formando eso rollitos que tenemos en el cuerpo (abdomen, glúteos, piernas, brazos, etc.). El resto será evacuado ”, anotó.
¿Qué le pasa en el organismo?
El empacho es perjudicial porque obliga al cuerpo a procesar grandes cantidades de alimentos, que pueden ser saludables, pero que en exceso dejan de serlo.
El experto puso de ejemplo a las menestras, con nutrientes importantes, pero que en cantidades dobles o triples pueden caer muy pesadas. Si se trata de alimentos procesados ??o chatarra, la situación empeora.
“Si estamos acostumbrados a empacar con gaseosa, refrescos de caja, de sobre, alimentos procesados ??habrá una exigencia mayor al hígado. Después de que el organismo termina de metabolizar lo que comemos, los nutrientes pasan a la sangre, pero también junto a una gran cantidad de elementos químicos propios de esos productos, los cuales deben ser depurados por el hígado, que hace el mismo trabajo con los medicamentos ".
De igual forma los riñones se ven exigidos en su trabajo. Sobre todo en personas que no toman el agua suficiente o consumen líquidos procesados ??en abundancia. De allí la importancia de mantenerse correctamente hidratados.
Pero los daños no terminan allí. Si el empacho ha sido por comer en exceso de carbohidratos como arroz, papas o fideos, cuando la persona vaya a defecar tendrá deposiciones “de consistencia muy dura, compacta, que puede generar una constipación o estreñimiento. Por eso siempre, para evitarlo, se recomienda comer alimentos con fibra ”.