El Gobierno de Alemania aprobó durante 2019 contratos para la exportación de armas por un valor de 7,95 mil millones de euros, lo que supone la cifra más alta desde 2015, tal y como ha informado de ello el propio Ministerio de Economía al ser cuestionado por la oposición en sede parlamentaria.
La proporción de las controvertidas exportaciones a los llamados terceros países, aquellos que no pertenecen a la Unión Europea o a la OTAN, han caído en 2019 del 52,9 al 44,2 por ciento en comparación con el año anterior, pero la cifra absoluta ha aumentado en casi mil millones de euros, pues entre los 10 compradores más importantes se encuentran cinco de esos países.
La oposición ha tildado de “dramáticas” estas cifras, pues, tal y como ha explicado el experto en política internacional del partido Die Linke, Sevin Dagdelen, “muestran que todo el sistema de control de exportaciones simplemente no funciona”.
A mediados de 2019, los permisos de exportación ya habían superado los de todo el año anterior en 5.300 millones de euros. El ministro de Asuntos Económicos, Peter Altmaier, ha explicado que esto se debe a que el proceso de formación del nuevo Gobierno fue largo después de las elecciones de 2017 y se acumularon los contratos.