Internacional
Publicado el Viernes, 13 de Diciembre del 2019

Policía chilena decidida a recuperar orden público

Policía fue duramente cuestionada por atentar contra los derechos de los chilenos.
El director general de la policía chilena, Mario Rozas, anunció este jueves la reestructuración de la unidad de orden público tras las acusaciones de violaciones a los derechos humanos en el marco de las manifestaciones sociales que estallaron hace dos meses en Chile.
 
La unidad, cuestionada por el uso de perdigones, golpizas y la intensiva utilización de gas lacrimógeno, “va a sufrir una optimización que va a afectar la estructura, el funcionamiento y la incorporación de nuevas tecnologías”, dijo Rozas, en un mensaje en la escuela de Carabineros de Chile.
 
Dentro de las medidas están la reestructuración de varias unidades y la suspensión del uso de la expresión ‘Fuerzas Especiales’ (para referirse a los efectivos antidisturbios), para denominarse ahora fuerzas de ‘Control del Orden Público’.
 
Se cambiará también la dependencia operativa y administrativa. “Van a estar a cargo de la respectiva jefatura de zona de los generales jefes de zona para hacer un mando mucho más directo y ejercer un control mucho más efectivo en las operaciones”, indicó Rozas.
 
El jefe policial dijo, además, que hay 856 acciones abiertas contra policías que habrían cometido abusos en el marco de las manifestaciones que iniciaron el 18 de octubre en Chile, en reclamo de reformas sociales.
 
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado que la institución ha cometido violaciones a los derechos humanos en el control del orden público.
 
“Se ha llegado a la certeza administrativa que hay responsabilidad de los carabineros involucrados, y a contar de esta fecha están en la formulación de cargos”, dijo Rozas detallando que también se aplicarán sanciones disciplinarias.
 
Las manifestaciones sociales en Chile contabilizan hasta ahora 24 muertos y miles de heridos. El autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos contabilizó más de 350 personas con heridas oculares graves tras el uso de perdigones y bombas lacrimógenas.
 
Una niña de 15 años se encontraba con riesgo vital en un hospital de Santiago tras ser golpeada con un objeto contundente –que sus cercanos afirman se trataría de una bomba lacrimógena–, cuando participaba en una manifestación en la Plaza Italia de Santiago.
 

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