Internacional
Publicado el Miercoles, 27 de Noviembre del 2019

Muestras de ADN a todos los hombres de un pueblo por asesinato

La vida del pueblo no ha sido la misma desde el crimen.

 La respuesta de la población masculina de Hemmerden en Westfalia del Norte (Alemania), un pueblecito de 2 mil 500 habitantes, ha sorprendido a las unidades científicas de la policía federal, que el pasado fin de semana han tomado ya muestras de ADN a 700 varones. Incluso desde los pueblos de los alrededores han acudido personas dispuestas a aportar su muestra de forma voluntaria.

El objetivo es reabrir el caso de Claudia Ruf, una niña de 11 años violada y estrangulada en el año 1996. Entonces, la tecnología no permitía un rastreo masivo de pruebas genéticas, pero hoy sí es posible y, si el caso es resuelto, la policía alemana podrá modificar sus protocolos y reabrir numerosos casos que en el pasado quedaron sin resolver, pero no cerrados.

Hemmerdem se extiende en poco más de diez kolómetros cuadrados. Es el típico pueblo en el que nunca pasaba nada hasta aquella tarde de sábado, hace ya 23 años. El 11 de mayo de 1996, Claudia desapareció cuando paseaba al perro de un vecino en Grevenbroich.

“DJ” regresó solo a casa y el pueblo entero la buscó hasta que, dos días más tarde, unos paseantes encontraron su cadáver, parcialmente enterrado y desnudo, a 70 kilómetros de distancia de su casa. El asesino había intentado quemar el cuerpo de la menor pero, posiblemente por las prisas, quedaron huellas genéticas sin destruir.

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