El Papa Francisco llegó a Bangkok para comenzar una histórica visita de tres días que supone el primer viaje en 35 años de un sumo pontífice a Tailandia, país de mayoría budista, pero cuya minoría católica ha esperado con fervor la llegada del pontífice.
El avión papal aterrizó a las 12:00 hora local (5:00 GMT) en el aeropuerto de Don Mueang, en las afueras de la capital tailandesa, y permanecerá en el país asiático hasta el sábado 23 de noviembre, cuando volará a Japón.
El Papa Francisco fue recibido por dignatarios del Gobierno y miembros de la jerarquía católica en Tailandia, pero la primera persona que le esperaba al bajar de las escalerillas del avión era su prima Ana Rosa Sivori.
Desde el aeropuerto, el papa fue transportado a la nunciatura del vaticano, dónde fue recibido con música tradicional tailandesa y donde descansará durante todo el día.
Allí, además, un coro formado por cuatro argentinos y tres colombianos cantaron una canción en español dedicada a Francisco acompañados de un cajón peruano.
Tailandia, un país de 69 millones de habitantes predominantemente budista, cuenta con una pequeña comunidad católica de unos 388 mil fieles, un 0.58% de la población total, y en todo el país solo hay 835 sacerdotes, mil 461 religiosas y mil 901 catequistas.
Algunos miembros de la comunidad católica han trabajado duramente para preparar la visita, entre ellos las monjas del Convento del Sagrado Corazón de Bangkok, que han confeccionado las dos túnicas con seda tailandesa y bordadas a mano diseñadas por el cardenal Kriengsak Kovitvanit, que lucirá Bergoglio en su visita.
Unos días antes de la visita, Francisco grabó un mensaje en video en el que alababa a la nación tailandesa por haber “trabajado mucho para promover la armonía y la coexistencia pacífica, no sólo entre su gente, sino también en toda la región del Sudeste Asiático”.
“Durante mi viaje tendré la oportunidad de reunirme con la comunidad católica de Tailandia para alentarlos en la fe y en el aporte que ellos hagan en toda la sociedad ... Espero también fortalecer los lazos de amistad que compartimos con nuestros hermanos y hermanas budistas”, continuaba el pontífice.
A sus 82 años, el viajero Papa tiene una agenda apretada en Bangkok, que incluye, para hoy, una recepción del primer ministro, el general golpista Prayut Chan-ocha, una reunión con el sumo patriarca del budismo tailandés, una audiencia con el rey Vajiralongkorn y una multitudinaria misa en el Estadio Nacional, con capacidad para 50 mil personas.
El viernes, el sumo pontífice se reunirá con curas y jerarcas católicos tailandeses y celebrará una misa en la catedral de la Asunción de Bangkok, entre otros eventos.
La policía ha puesto en marcha un operativo donde seis mil 500 agentes brindarán seguridad.