El Ejército de China ha exhibido este martes su nuevo armamento n un desfile en el centro de Pekín para conmemorar los 70 años de la fundación de la República Popular, incluidos misiles hipersónicos que, según los expertos, podrían ser difíciles de contrarrestar por parte de Estados Unidos.
El desfile militar fue una demostración de los avances que ha conseguido China en este terreno con el desarrollo de su industria armamentístico, y permitió apreciar numerosos equipamientos y misiles nunca vistos hasta el momento.
Entre ellos el nuevo Dong Feng 41, un misil balístico intercontinental con capacidad para múltiples cabezas nucleares que podría alcanzar cualquier parte de Estados Unidos (entre 12.000 y 15.000 kilómetros) con una precisión en su objetivo de 100 a 500 metros.
Analistas en Defensa consultados por Reuters lo ven como un mensaje para el mundo de que el potencial militar de China está creciendo rápidamente en medio de una crisis marcada por la oleada de protestas antigubernamentales en Hong Kong y una economía en desaceleración.
Como se esperaba, China dio a conocer nuevos aviones no tripulados (UAV) y mostró sus misiles intercontinentales e hipersónicos avanzados, diseñados para atacar a los portaaviones y las bases que sustentan a la fuerza militar estadounidense en Asia.
Un locutor de la televisión estatal tildó el arsenal de misiles de “una fuerza suficiente para hacer realidad el sueño de una nación fuerte y un ejército fuerte”.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) también lanzó un misil hipersónico, conocido como el DF-17, que teóricamente puede maniobrar superando con creces la velocidad del sonido, haciendo que sea extremadamente difícil de contrarrestar.
Nozomu Yoshitomi, profesor de la Universidad Nihon de Japón y general retirado de la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón, dijo a Reuters que el DF-17 planteaba serias preguntas sobre la efectividad del sistema regional de defensa antimisiles que Estados Unidos y Japón están construyendo.