El promotor de Justicia del Tribunal del Vaticano ha pedido procesar a dos sacerdotes acusados de haber realizado y encubierto respectivamente abusos sexuales cometidos en un seminario situado dentro de los muros vaticanos, a escasos metros de la residencia de Santa Marta donde vive el Papa Francisco.
El sacerdote Gabriele Martinelli, de 26 años, está acusado de haber abusado presuntamente de un seminarista en 2012 dentro del preseminario San Pío X, en el Palacio de San Carlo, que hospeda a seminaristas y a los monaguillos que colaboran con el Pontífice durante las ceremonias en la Basílica de San Pedro. Los fiscales vaticanos también sentarán en el banquillo al rector en ese momento del seminario, el sacerdote Enrico Radice, acusado de encubrimiento.
Las investigaciones comenzaron en 2017 a raíz de varias noticias publicadas en la prensa, según informó este martes la Santa Sede.
“A pesar de que los hechos se remontan a años en los que la ley vigente en ese momento impedía un juicio en ausencia de la queja de la persona afectada”, que debía presentarla en el plazo máximo de un año desde la comisión de los hechos, “el aplazamiento fue posible en virtud de una disposición del Santo Padre del 29 de julio pasado”, que eliminó esa condición con el fin de que este tipo de delitos puedan ser juzgados, se lee en el comunicado.
Gracias a un acuerdo entre Italia y el Estado Vaticano, la Fiscalía de Roma también investiga al sacerdote italiano desde hace algunos meses.
En el momento en el que supuestamente ocurrieron los abusos, Martinelli era sólo un seminarista pero según los fiscales italianos ocupaba un rol superior al de la víctima, que habría confesado a los magistrados episodios de violencia antes incluso de 2012, cuando ambos eran menores de edad. Martinelli fue ordenado sacerdote en 2017 por la diócesis de Como, en el norte de Italia, y ha negado siempre las acusaciones.