Alegando diferencias de opinión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha despedido a su tercer consejero de Seguridad Nacional en lo que va de mandato. Con John Bolton abandona la Casa Blanca un halcón en materia de seguridad internacional, el principal proponente de mano dura en los principales conflictos geoestratégicos del mundo, desde Afganistán a Venezuela. Fiel a su estilo, Donald Trump ha anunciando además el despido a través de mensajes en la red social Twitter en los que no ha dejado lugar a dudas sobre los motivos de su decisión.
Sólo unos minutos antes, Bolton había convocado a los medios a una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto al que se considera su principal rival en la Administración, el secretario de Estado Mike Pompeo. El despido ha sido inesperado, sobre todo después de que Bolton saliera reivindicado del fiasco de la fracasada cumbre de paz con la Guerrilla Talibán que debía haber tenido lugar el pasado fin de semana en la residencia presidencial de Camp David. Durante meses, Bolton se opuso a esas conversaciones y trató de boicotearlas activamente.
Nunca antes un presidente ha perdido a tres consejeros de Seguridad Nacional en menos de tres años, sobre todo tratándose de un cargo de tanta relevancia, asesor especial del presidente en materia de seguridad internacional. El primer elegido por Trump, Michael Flynn, duró apenas 23 días en el cargo por sus contactos con diplomáticos rusos y sus lazos con el Kremlin. El segundo, H.R. McMaster, salió de la Casa Blanca en marzo de 2018 enfrentado a Trump, entre otras cosas, por su defensa de la mano dura frente a Rusia.