La franquicia de los chalecos amarillos ha reaparecido en París y una veintena de grandes y medianas ciudades de provincias, con un rosario de manifestaciones minoritarias pero acompañadas de estallidos de violencia nihilista.
Las manifestaciones del sábado fueron todas o casi todas muy minoritarias, reuniendo a centenares o millares de manifestantes en París, Burdeos, Estrasburgo, Brest, Rouen, en Montpellier, entre otras ciudades de provincias. En varios casos significativos, las manifestaciones terminaron desembocando en enfrentamientos físicos, rápidamente sofocados con gases lacrimógenos y cargas policiales.
La reaparición de la franquicia de los chalecos amarillos, tras las vacaciones, parece estar marcada por las “familias” de izquierda radical, anti mundialista, con tentaciones violentas en algunos casos.
¿Qué piden o siguen pidiendo los chalecos amarillos..? Cosas de este tipo: “Más poder adquisitivo”. “Restablecimiento del impuesto de las grandes fortunas”. “Supresión del IVA para los artículos de primera necesidad”. “Modificación del modelo electoral”. “Supresión de las ventajas para ministros, diputados y senadores”. “Revalorización de todas las prestaciones sociales y el salario mínimo”.
Aritméticamente, la reaparición de los chalecos amarillos refleja un movimiento minoritario. Sin embargo, se trata de un movimiento que estalló a mediados del mes de noviembre del año pasado y… nueve meses después, sigue existiendo, incontrolable, sin líderes conocidos, al margen de partidos y sindicatos, confirmándose como un estallido de nihilismo social de nuevo cuño.