Internacional
Publicado el Domingo, 01 de Septiembre del 2019

Protestas en el Reino Unido contra el cierre del Parlamento británico

Manifestación contra el cierre del Parlamento este sábado en Londres.
 Londres (El País).- Miles de personas se han conjurado este sábado para frenar desde las calles de las principales ciudades del Reino Unido la suspensión del Parlamento impuesta por Boris Johnson. El Partido Laborista ha decidido dar su respaldo oficial a este movimiento de desobediencia civil que pretende hacer oír su voz en Londres, Mánchester, Liverpool, Glasgow, y hasta 80 núcleos urbanos del país.
 
Han sido varios los movimientos y asociaciones que han organizado esta protesta, aunque el liderazgo lo ha asumido Momentum, la corriente interna del Laborismo que impulsó a Jeremy Corbyn al liderazgo del partido y multiplicó con su discurso y actuaciones el número de afiliados de la formación. “Tenemos a un millonario elegido por un escaso margen que está encantado de explotar las fallas de nuestra defectuosa democracia para forzar un Brexit sin acuerdo y aliarse con Trump”, ha dicho la coordinadora nacional de Momentum, Laura Parker, a la vez que animaba de nuevo a la ciudadanía a sumarse a la manifestación.
 
John McDonnell, el número dos del Partido Laborista, forma parte de los oradores que se van a dirigir a los concentrados ante las puertas de Downing Street, la residencia oficial de Boris Johnson.
 
Scotland Yard ha desplazado hasta los alrededores del Parlamento un número considerable de agentes para prevenir cualquier incidente.
 
En Londres, decenas de miles de personas se han congregado frente a la verja que protege la sede del Gobierno. “¡Si tú cierras nuestro Parlamento, nosotros cerraremos las calles!”, o “Boris Johson, que te jodan. Vuelve a Eton [el colegio privado y elitista donde se educó]” son algunos de los cánticos que se podían escuchar, combinados con múltiples pitidos y abucheos.
 
“Lo que ha ocurrido se llama golpe de Estado, y la respuesta debe ser que ocupemos el Parlamento”, explicaba Gabriel Adams, de 55 años, que se había desplazado hasta Londres desde la localidad de Northhamptonshire. Este gerente de la construcción no podía evitar su decepción ante el número de personas congregadas. Eran muchos, pero no tantos como las expectativas de las últimas horas hacían prever. “Lo que estás viendo no es más que el principio del fin”, intentaba justificar. “La desobediencia civil va a ir en aumento, y serán decenas de miles los que acudan a la manifestación convocada para el 16 de octubre”.

Suscríbete a La Industria

Disfruta de nuestro contenido a diario