El Mundo (España).– El islamista Mohamed Mursi, el primer presidente elegido democráticamente en la Historia de Egipto derrocado un año después de llegar a palacio por el golpe de Estado de julio de 2013, ha fallecido este lunes a los 67 años poco después de sufrir un desvanecimiento en uno de los juicios que aún tenía pendientes, ha confirmado la televisión estatal egipcia.
El fiscal general egipcio ha proporcionado los primeros detalles de su óbito. Asegura que Mursi se ha derrumbado cuando se hallaba en la jaula en la que son confinados los acusados en el país árabe. Poco antes se le había sido concedido un permiso para dirigirse al presidente del tribunal. Mursi ha sido trasladado al hospital, donde su muerte ha sido certificada a las 16:50 hora local. La autopsia no ha encontrado lesiones recientes en su cuerpo.
El partido Libertad y Justicia, la rama política de los Hermanos Musulmanes en la que militó el fallecido, ha calificado su muerte como “un asesinato”. “Las autoridades golpistas son completamente responsables del martirio de Mursi”, ha denunciado la formación, ilegalizada y perseguida en Egipto.
Mursi, el dirigente que los Hermanos Musulmanes eligieron de rebote para concurrir en las elecciones presidenciales de 2012 tras el ocaso del octogenario Hosni Mubarak y la descalificación de su candidato inicial, había permanecido entre rejas desde la asonada urdida por el entonces jefe del ejército y ministro de Defensa, el actual presidente Abdelfatah al Sisi.
ENCARCELADO EN CONDICIONES “INHUMANAS”
Desde entonces, se había convertido para los suyos en un icono de los miles de dirigentes y militantes de la Hermandad arrestados y encarcelados por una represión que ha terminado alcanzando a todos los sectores políticos, desde islamistas hasta liberales e izquierdistas.