Internacional
Publicado el Viernes, 27 de Julio del 2018

Sueño se convirtió en pesadilla, el drama de 70 empresarios peruanos en Venezuela

Líder de la Asociación de Micro y Pequeños Empresarios Peruanos en Venezuela cuenta a El Comercio la terrible situación que vive junto a otros compatriotas en el país llanero
Una pesadilla, así describe Luis Huaytalla, presidente de la Asociación de Micro y Pequeños Empresarios Peruanos en Venezuela (AMPEV) el drama que él y otros 69 compatriotas atraviesan en el país petrolero, sumergido en una crisis que parece no tener fin. Como muchos peruanos que emigraron a diversas partes del mundo a fines de los ochentas, ellos partieron a Venezuela—estable en esa época —en busca de un futuro mejor. Sin embargo, irónicamente, casi treinta años después solo quieren escapar de la tierra que los vio alcanzar el éxito.
 
Durante más de dos décadas, estos empresarios dieron trabajo tanto a peruanos como a venezolanos. “En el momento de apogeo de Venezuela, muchos teníamos más de quince empleados, en mi caso ahora solo me quedan dos”, cuenta Huaytalla, que llegó a Lima en representación de AMPEV para pedir ayuda al Gobierno.
 
“Yo me fui del Perú en el año 1990. Viví 28 años en Caracas, me casé y mis hijos son venezolanos. Mi empresa era exitosa, pero ahora lamentablemente ha quebrado. Cada día Venezuela se va viniendo abajo con la hiperinflación y la escasez. No se consigue materia prima y cuando la tenemos es tan cara que el producto que fabricamos nadie lo quiere comprar por su elevado precio. Y se entiende porque si allá la gente no tiene ni para comer", detalla el peruano.
 
"No les puedo pagar a mis trabajadores ni cuatro dólares al mes. De tener una microempresa que ganaba 150,000 dólares anuales, ahora solo me queda para sobrevivir. Me siento frustrado. Lo he perdido todo, todo mi patrimonio se ha quedado sin valor. Situación similar afrontan muchos otros empresarios”, agrega.
 
“Lo ideal sería vender todo e invertir ese dinero en el Perú, pero no puedo porque pretenden pagarme mucho menos de lo que valen mis cosas y no hay compradores. Nuestra situación es dramática. No queremos perder nuestro estatus de empresarios. Por eso he venido al Perú, para pedirle al Gobierno y al Congreso que nos ayude”, afirma Huaytalla.
 
 
— Complicado retorno —
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Luis Huaytalla relata que AMPEV se formó entre agosto y septiembre de 2017 y tiene como objetivo lograr que cada uno de sus setenta miembros pueda retornar al Perú manteniendo su estatus de empresario. “En Venezuela ya no se puede trabajar. Decidimos retornar al Perú amparándonos en la Ley del Retorno”, dice el microempresario.
 
Huaytalla está en Lima desde febrero del presente año y ha logrado reunirse en dos oportunidades con el embajador César Enrique Bustamante Llosa, director General de Comunidades Peruanas en el Exterior y Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien le indicó que debía realizar los trámites correspondientes para acogerse a la Ley.
 
El microempresario comenta que también enviaron, a través de Cancillería, cartas pidiendo ayuda a Pedro Pablo Kuczynski cuando era presidente y también a Martín Vizcarra. Además, escribieron a la congresista Luz Salgado, que preside la comisión de Relaciones Exteriores en el Congreso.
 
“LA LEY DEL RETORNO TIENE POR OBJETO FACILITAR EL RETORNO DE LOS PERUANOS QUE RESIDEN EN EL EXTRANJERO, INDEPENDIENTEMENTE DE SU SITUACIÓN MIGRATORIA, MEDIANTE INCENTIVOS Y ACCIONES QUE PROPICIEN SU ADECUADA REINSERCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL Y QUE CONTRIBUYAN CON LA GENERACIÓN DE EMPLEO PRODUCTIVO O PROPICIEN LA TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO Y TECNOLOGÍA; TENIENDO EN CONSIDERACIÓN LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL, SITUACIONES DE VULNERABILIDAD Y EL ENDURECIMIENTO DE LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS”.
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
La Ley brinda las siguientes exoneraciones tributarias a quienes se acojan: a) Menaje de casa hasta por cincuenta mil dólares. b) Un vehículo hasta por un máximo de cincuenta mil dólares, según la tabla de valores referenciales de la SUNAT, siempre que se cumpla con los requisitos previstos en la normatividad vigente (autos con 5 años de antigüedad como máximo). c) Instrumentos, maquinarias, equipos, bienes de capital y demás bienes que usen en el desempeño de su trabajo, profesión, oficio o actividad empresarial, hasta por un máximo de trescientos cincuenta mil dólares. [Clic aquí para mayor información sobre la Ley del Retorno]
 
 
 

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